Jennifer Jason-Leigh produce, protagoniza Atypical, serie que ofrece Netflix sobre un adolescente con autismo.
Cada vez se está hablando más de trastornos y enfermedades mentales y de comportamiento. Se le está haciendo un hueco en la televisión para mostrar que nos somos tan diferentes. Este mismo año se ha estrenado Speechless, una comedia sobre un chico con parálisis cerebral. Netflix se ha subido al carro con esta comedia atípica.
Atypical nace como una comedia sobre un chico autista que quiere tener novia y luego es mucho más. La serie nos cuenta, acerca y normaliza el autismo. Las complicaciones de las relaciones, las frustraciones y las reacciones. Aunque es una comedia no anda escasa de dramas, dramas que aleja del autismo y los lleva a otros asuntos. Problemas maritales, errores del pasado, affairs y tribulaciones adolescentes.
Y ya que Atypical es una serie sobre adolescentes qué hay más adolescente que querer tener una novia para poder practicar sexo, y el amor platónico e idealizado, y aprender a tratar con los problemas de las relaciones amorosas. El hacer amigos, el cuidar y proteger de tus hermanos y amigos, el querer ser egoista para poder cumplir tus sueños aunque eso signifique alejarte de tu familia y amigos.
Atypical combina su tono humorístico con tono dramático y profundo. A media que pasa la temporada las tramas se van haciendo más dramáticas y pesadas. La frescura que tiene el primer episodio se va diluyendo y esa primera e impactante impresión sobre lo interesante que es el personaje de Sam se va trasladando hacia su hermana, Casey. Personaje que destaca por encima de los demás especialmente cuando la trama y el resto de personajes se va haciendo más cansina.
Lo bueno de Atypical es que aunque va perdiendo fuelle su calidad se mantiene. Es una serie de pocos episodios y de 20 minutos de duración, y habla sobre el autismo sin tapujos y en primera persona, acercándolo y explicándolo de forma entretenida y clara.