Análisis de LEGO Marvel Super Heroes 2, cuando el mundo nunca es suficiente

Que el nuevo juego de TT Games está hecho para hacernos sonreír se nota incluso antes de empezar la partida. Ya con esa sencilla introducción en la que vemos a la Milano, la nave de los Guardianes de la Galaxia, surcar los cielos al ritmo de Come and Get Your Love, una de los temas que marcaron la excepcional banda sonora de la primera película dedicada a este singular grupo, ya nos damos cuenta de que los desarrolladores se han tomado muy en serio lo de meterse a los jugadores en el bolsillo desde el minuto uno.

Al igual que ocurría con el primer LEGO Marvel Super Heroes, este título es a todas luces un gran homenaje al vasto universo creado por la Casa de las Ideas a lo largo de su historia, tanto el que ha quedado plasmado en las viñetas como el de su incombustible vertiente cinematográfica.

De nuevo nos encontramos ante uno de los títulos más completos de la franquicia y también uno de los más entretenidos y visualmente atractivos. Buena culpa de ello la tienen el Capitán América, Iron Man, Miss Marvel y el resto de personajes que conforman una de las licencias que mejor se amoldan al estilo de la conocida marca de juguetes. Y no sólo en cuanto a diseño, sino también en lo que se refiere a sus poderes y habilidades, los cuales son el verdadero núcleo jugable de una fórmula que apenas ha requerido reinventarse en la última década.

En primer lugar, hay que señalar que LEGO Marvel Super Heroes 2 plantea una historia completamente nueva, escrita por y para el juego y en la que no faltarán múltiples referencias a películas e historietas de sobra conocidas por los fans. La aventura, que conecta con el epílogo de la primera parte, dará comienzo cuando Kang el Conquistador desate el caos en el espacio-tiempo arrastrando a héroes de las distintas dimensiones hasta Chronopolis, un mundo construido con fragmentos de cada una de estas realidades y en el que tendrá lugar una batalla de proporciones cósmicas.

Entre el cómic y el cine

El hecho de no ser la adaptación de alguna producción para la gran pantalla le viene muy bien al título, ya que ha fomentado la imaginación de los desarrolladores y propiciado que la narrativa se sienta menos encorsetada que en otras propuestas como LEGO Marvel Vengadores. Bien es cierto que no existe un criterio claro a la hora de tomar prestados elementos propios de las películas o de los cómics, siendo el nivel que discurre en la arena de combate de Sakaar un perfecto ejemplo de este curioso desconcierto creativo.

En este capítulo veremos cómo el Dios del Trueno y Hulk visten acordes con su caracterización para Thor: Ragnarok, mientras que otras ilustres figuras como la de una rubicunda Valquiria o la del Gran Maestro no serán del todo identificables para aquellos que no las conocieran antes de que actores como Tessa Thompson o Jeff Goldbum las diesen vida. Es un caso muy llamativo, pues aunque sus escenas rebosan de guiños al reciente taquillazo de Marvel, en realidad todo lo que sucede está mucho más próximo a lo que relata el cómic de Planet Hulk, y más teniendo en cuenta que el villano con el que nos tocará enfrentarnos será el mismísimo Rey Rojo, el cual no aparecía en el filme.

Esto, que puede parecer extraño a juzgar por la campaña de promoción, es una muestra del carácter de un juego que rinde tributo constantemente a las grandes obras que han marcado la trayectoria de la editorial invitando a los jugadores a encontrar las conexiones presentes en cada una de las cinemáticas que salpican la trama principal, los escenarios que desbloqueamos y cada nueva incorporación a nuestra colección de personajes.

El colosal elenco de más de 200 figuras no sólo incluye a miembros de grupos tan variopintos como los Inhumanos o los ya mencionados Guardianes de la Galaxia, sino también múltiples versiones de héroes emblemáticos como Spider-man, el cual nos deleitará con sus balanceos en su versión más clásica, la de la línea Noir o enfundado en el traje de 2099. Hay ausencias un tanto dolorosas, como la de los miembros de los X-Men y los 4 Fantásticos, que sí estuvieron en LEGO Marvel Super Heroes y que en esta ocasión se han quedado fuera para disgusto de los que disfrutamos tantísimo con tipos tan temperamentales como Lobezno o la Cosa. Al menos estas carencias las suplen nuevos invitados tan interesantes como Spider-Gwen, que ha calado hondo entre los aficionados desde el debut de su serie, y otros que es preferible no desvelar para no arruinar la sorpresa.

Precisamente otra variante de la señorita Stacy, Gwenpool, viene a sustituir a Deadpool como nuestro contacto a la hora de adquirir los extras del juego, y aunque no tiene tanto gancho como el Mercenario Bocazas, mucho más delirante, es un digno relevo. Tampoco conviene perderse a un J. Jonah Jameson realmente cómico en su faceta de videoblogger. Sus intervenciones, que evidenciarán su falta de sintonía con el ámbito tecnológico, servirán para introducir de forma muy amena las misiones que deberemos afrontar para avanzar en el juego.

Un mundo abierto y dieciocho escenarios diferentes

La premisa de la que hace gala el título permite al estudio recurrir de nuevo a un modelo de sandbox que funcionó a las mil maravillas en LEGO Dimensions y con el que ya habían experimentado previamente en La LEGO Película, el videojuego. Se trata de un mapa de gran extensión concebido para ser explorado con total libertad pero dividido en distintas áreas cada una con una ambientación única para potenciar la variedad. De esta manera en cuestión de minutos podremos pasar de recorrer la selva de Wakanda a pasear por las calles de Manhattan, visitar el Salvaje Oeste, el Antiguo Egipto, Xandar o la estación Sapiencial entre otras muchas localizaciones.

Puede que al principio resulte algo caótico, pues estos escenarios no están tan bien cohesionados los unos con los otros como los de esa gran urbe en la que nos movíamos en la primera parte, pero desde luego se trata de una decisión muy bien alineada con el argumento y que hace que la exploración no dé lugar al tedio. Además, cada una de estas áreas está repleta de actividades, misiones secundarias –algunas bastante más inspiradas que en otras ocasiones- y pequeños encargos que suman una ingente cantidad de horas a las diez ya de por sí nos llevará superar la trama principal que, como es habitual en la franquicia, ha de ser rejugada al menos una vez más para adquirir todos los coleccionables ocultos en los niveles.

Abordar las distintas fases de su modo historia es la excusa perfecta para ir descubriendo las habilidades de cada personaje, casi todos con destrezas únicas con las que superar todo tipo de situaciones. Se han incluido algunas mecánicas novedosas, principalmente la que requiere la presencia del Doctor Extraño para manipular el tiempo hacia adelante y hacia atrás variando partes del escenario donde realizar acciones concretas y avanzar, algo muy similar a lo que ocurría en el estupendo Singularity.

El cooperativo está mucho mejor ajustado que en LEGO Marvel Vengadores, en el que constantemente teníamos la sensación de que uno de los jugadores debía quedarse a la espera de que el otro completase un determinado objetivo para proseguir con su misión. Esta vez el sistema está mucho más equilibrado, de hecho no vendrá nada mal iniciar la partida junto a un amigo al menos para que nos eche una mano con todos esos jefes finales que nos retarán a cada paso en la aventura, algo que en algunos puntos ha logrado resultar un poco cargante.

La mansión de los Vengadores nos servirá como centro de operaciones, que en la anterior entrega estaba ubicado en la plataforma de S.H.I.E.L.D. En una de sus salas, podremos acceder a un modo multijugador local para hasta cuatro jugadores que recuerda a lo visto en la adaptación de La LEGO Ninjago película, dos modos que aportan una de cal y otra de arena. El primero se llama Capturar las Gemas del Infinito, que como su propio nombre indica nos invitará a utilizar los poderes de estos artefactos contra nuestros rivales para ganar puntuación, mientras que el segundo, Contraste de colores, es un guiño nada disimulado a Splatoon y está mejor planteado, dado que el objetivo será el pintar la mayor parte posible de la superficie con el color que se nos haya asignado ayudándonos con los potenciadores que irán apareciendo y sumando bonificaciones.

Son modalidades algo limitadas en comparación con las del título de los ninjas, sobre todo teniendo en cuenta el reducido tamaño de las arenas de combate, y pueden resultar bastante confusas al menos en la primera partida, hasta que consigamos reconocer las mecánicas básicas de cada minijuego. También es cierto que optar por una cámara aérea y fija para seguir la acción facilita mucho las cosas, y que la simplicidad de su fórmula hace que los piques entre los participantes estén asegurados.

La Edad de las Maravillas

En lo técnico, LEGO Marvel Super Heroes 2 no supone una revolución respecto a lo visto en otros títulos de la franquicia pero sigue siendo tan solvente como siempre. Es más, se nota que se ha trabajado a conciencia en aspectos muy criticados en anteriores entregas como por ejemplo los controles de vuelo, ahora mucho más suaves, o el propio interfaz, que ha sido totalmente renovado dándole un aspecto comiquero realmente fabuloso. Y es que más allá de lo puramente visual, se han añadido elementos que veníamos reclamando desde hacía tiempo como unas ayudas menos intrusivas o una indicación más clara de las habilidades de los personajes seleccionados. Lo que sí que ha resultado una estupenda sorpresa son esas bios con información de los superhéroes y supervillanos en las que se nos detalla el lugar que ocupan en el universo Marvel, una pequeña guía que es todo un regalo para los jugadores independientemente de si están más o menos versados en las publicaciones de la editorial.

Las animaciones son estupendas, y el mimo con el que se ha tratado a cada uno de los personajes del juego se nota también en los efectos asociados a su modelado. Por ejemplo, el pelo de Medusa ondula como su tuviese vida propia mientras que Carnom, la fusión de los temibles Venom y Carnage, está recubierto por el viscoso simbionte que les otorga su abominable aspecto.

Gráficamente hablamos de uno de los mejores acabados que hemos contemplado de entre todas las obras de TT Games, si bien luce infinitamente mejor en las distancias cortas. El brillo en las piezas de LEGO, las texturas de cada tipo de material y los detalles que se aprecian durante las cinemáticas hacen del juego una delicia visual, si bien presenta algunos problemas a la hora de alejarnos de los escenarios sobrevolando el mapa, ya que esas texturas se empobrecen y el popping se hace notar bastante. A esto hay que sumarle algunos bugs que de vez en cuando nos hacen quedarnos atascados obligándonos a reiniciar el nivel o ciertas inconsistencias de la inteligencia artificial, aunque nada que no hayamos visto en cualquier otro juego de LEGO.

Al sonido no se le puede poner ninguna pega, ni en lo musical ni en lo que se refiere a los efectos sonoros. El juego está totalmente doblado al castellano por actores profesionales y resulta muy grato reconocer algunas voces como la de Drax o la de Gamora, que coinciden con las de la gran pantalla.

Vengadores, reuníos

Era muy complicado que esta segunda parte resultase tan sorprendente como LEGO Marvel Super Heroes, que no por nada sigue siendo el juego más vendido de la serie. De hecho, el encanto de algunos de sus apartados es prácticamente insuperable. Sin embargo, estamos ante una entrega que queda en muy buen lugar gracias a la apabullante cantidad de contenido que atesora, el carisma de sus personajes, la variedad de su propuesta y sobre todo a esa obsesión por retratar a través de su refrescante sentido del humor todas esas particularidades que definen el universo Marvel. El de ahora y el de siempre. ¿Alguien buscaba regalo para estas navidades?

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