El cine a lo largo de su historia ha hecho muy buenas migas con el mundo de la moda. El gran componente visual del séptimo arte ha propiciado que muchos diseñadores crearan para él vestidos icónicos, inolvidables y que en muchos casos eran auténticas obras de arte. Aquí repasamos algunos de ellos.

El equipo de vestuario se preocupó por cuidar hasta el más pequeño de los detalles. Por eso no nos quedamos con uno si no con tres: el de la llegada al barco con aquel maravilloso sombrero Eduardiano, el maravilloso traje rojo y negro de la cena y el blanco del hundimiento. Los tres diseñados por Deborah Lynn Scott.

Mary Zophres, diseñadora de vestuario no escatimó detalle. El vestido que Mia (Emma Stone) lleva a su primera cita con Sebastian (Ryan Gosling) está inspirado en el que luce Judy Garland en Ha nacido una estrella (1954) y el amarillo está inspirado envestidos que Stone ha llevado en la vida real, especialmente el Atelier Versace que llevó a la premiere de The Amazing Spider-Man 2: El poder de Electro (2014). Las flores impresas sobre la tela están inspiradas en Matisse.

Cosas que conseguir antes de morir: 1) levantar la ceja con tanto estilo como Vivien Leigh. 2) Conseguir convertir unas cortinas en el maravilloso traje verde de Escarlata O’Hara… aunque en general cualquiera de los vestidos que Walter Plunkett diseñó para el guardarropa de la protagonista nos vale. ¡Auténticas obras de arte!

El impresionante guardarropa de Elizabeth Taylor en Cleopatra no sólo ha inspirado prendas de vestir durante décadas, también accesorios y tendencias de maquillaje. Por ejemplo la colección de otoño-invierno de Alexander McQueen para 2007. No por nada el vestuario de la actriz costaron 194800 dólares- que en al época era una barbaridad- e incluía un vestido hecho de oro de 24 kilates.

La ultra-famosa imagen de Marilyn Monroe con un vaporoso vestido de cuello halter blanco encima de las rejillas del metro se rodó originalmente en la Avenida Lexington de Manhattan, pero Monroe se olvidaba una y otra vez de sus líneas (no la juzgamos, tener a gente silbando y piropeándote alrededor no debe ser sencillo mantener un diálogo y menos recordarlo) y hubo que repetirla de nuevo esta vez en un estudio. El esfuerzo mereció la pena. La escena y el vestido pasaron a la historia del cine.

Ya en la novela el vestido era de vital importancia, se dedican no pocas palabras a describirlo, a sí que era importante trasladarlo bien a la gran pantalla. Para lograr el tono esmeralda de la prenda, se enviaron más de noventa metros de seda blanca a un maestro tintorero de Londres que tiñó en tres gamas diferentes. El vestido cambia de tonalidad según la secuencia, apareciendo más brillante al comienzo y cambiando a un tono más oscuro en las secuencias finales.

El vestido de granjera azul y blanco era inolvidable de por sí, pero los zapatos color rubí ya remataron el look. ¿Quién dijo que los complementos no son importantes? De hecho, en la novela original Dorothy llevaba unos zapatos plateados, pero los rojos del film se han convertido en uno de las prendas de vestir más recordadas del cine.

Este vestido una auténtica obra de arte. El corsé y la crinolina están hechas de acero y las faldas tienen aproximadamente 250 metros de tela. Además, Swarovski abrió sus famosos archivos de joyería a la diseñador, Sandy Powell, y a su equipo, quienes utilizaron piezas vintage para decorar el vestido. Al final alrededor de 85.000 cristales de Swarovski adornan el vestido para el baile. Las flores del escote fueron pintadas a mano. Sólo por el ingente trabajo de artesanía y el talento necesario para crearlo este vestido se ha ganado a pulso su puesto en esta lista.

Tal y como sugiere su título al final el vestido de promoción de Andie, el personaje de Molly, es rosa y una de las estrellas de la película. Lo diseñó Marilyn Vance, que básicamente se encargó del vestuario de todas las películas de John Hughes protagonizadas por los actores del grupo conocido como Brat Pack.

Aunque en esta película aparece como secundaria los cinco modelos que luce Kelly en la película han ayudado a conformar la imagen que se tiene de Kelly en la cultura popular: faldas con vuelo, guantes largos, perlas… Por supuesto, tenía ser Edith Head quien estuviera detrás de este maravilloso vestuario, inspirado por los revolucionarios diseños de Dior de aquellos años.

Mucho más excesiva que su hija en los cines, la Reina Amidala se marcaba todo un tour de force estilístico a lo largo de las tres entregas de la precuela de La Guerra de las Galaxias. Las películas pueden gustar más o menos, pero no se puede negar que visualmente eran una maravilla, especialmente en lo que a vestuario se refiere.

Anita Ekberg emergiendo de la Fontana Di Trevi en un vestido negro es uan de las escenas más memorables del cine. Lo que pocos saben es que La Dolce Vita fue inspirada por la moda, Fellini declaró que el sack dress que Balenciaga creó en 1957, con su silueta dramática – que se mueve como el vestido de Anita- inspiró la película.

Ya hemos dicho que el futuro nunca es agradable en el cine y Blade Runner no iba a ser una excepción. ¿Qué ponerse en ese futuro? Ridley Scott lo tenía claro: un abrigo de piel y un corte de pelo pompadour. El diseñador fue Charles Knode y dejó que Sean Young se quedara el famoso abrigo después de terminar el rodaje.

Catherine Deneuve era una ama de casa frustrada que se vuelve hacia la prostitución para encontrar satisfacción, por lo tanto su vestuario está pensado para ser primoroso con un punto de sexualidad latente: faldas lápiz, blusas de seda, stilettos… Yves Saint Laurent fue contratado para diseñar el guardarropa de la actriz en la película de Buñuel y al final acabaron siendo amigos durante toda su vida.

Normalmente las películas sobre el futuro – si exceptuamos Star Trek – se caracterizan por un vestuario sombrío, muy enfocado a la funcional. Porque, normalmente, el futuro no es muy halagüeño. Pero los diseños de Jean Paul Gaultier para El Quinto Elemento eran divertidos, coloristas, sensuales y atrevidos. Comenzando con ese traje-venda que sólo podía sacar adelante Milla Jovovich.

Hitchcock controló hasta el más mínimo detalle de sus películas, incluso la gama de colores de la ropa de Tippi Hedren. Especificó que la actriz tenía que llevar un vestido verde para la escena en la que le perseguían los cuervos, así que la diseñadora Edith Head creó un guardarropa en verdes y azules para su personaje en la película. El vestido a pasado de tal forma al imaginario popular que en 2009 mattel lanzó una edición limitada de Barbie vestida como el personaje de Tippi en al película.