Si habéis visto el último episodio de The Walking Dead ya sabréis quién es la última víctima que se ha cobrado la serie. En caso de no ser así te aconsejamos que no sigas leyendo si no quieres leer spoilers. Bien, ahora que nos hemos quedado solos los que estamos al día pongámonos manos a la obra.

A Carl le han mordido y aunque aquí seamos muy fans del autoengaño y nos intentemos convencer a nosotros mismos de que nos encontramos ante un caso como el del contenedor y Glenn, que en realidad todo va a ser la introducción de los Susurradores y ese mordisco va a ser de un vivo… lo cierto es que el primogénito de los Grimes está muy muerto.

Y pese a que al principio me parecía hasta bien aunque argumentalmente no tuviera ningún sentido, porque se decía que Chandler Riggs quería ir a la universidad y oye, este chico ya nos ha regalado toda su infancia dedicándose a la serie desde muy pequeño; aquí siempre vamos a apoyar que la gente quiera formarse y por mucho que nos guste una serie hay que entender que a veces los actores quieren hacer cosas nuevas y cambiar de aires. Así que durante todos los rumores de que Riggs iba a irse de la serie todo parecía bastante sensato a nivel personal.

Pero aparentemente esto no ha sido así. En una entrevista a Hollywood Reporter, Riggs ha confesado que no quería irse y que desde luego esta decisión – que no puede distar más del camino que ha llevado el cómic-: “Fue devastador para mi y mi familia porque el show ha sido una gran parte de mi vida durante mucho tiempo. Durante unos días, no sabíamos qué hacer. Justo había comprado una casa en Senoia [cerca de donde se rueda la serie]. Ha sido algo importante ya no estar en la serie más”.

El padre del actor ha sido menos comedido en sus declaraciones y aunque se ha mostrado agradecido con la experiencia vivida por su hijo ha señalado directamente a Gimple – que por cierto últimamente no tiene muy contentos a los fans- y a AMC como responsables de que su hijo se haya quedado compuesto y sin Caminantes. Señalando que su hijo se ha sentido “herido” por la situación.

Con todos estos datos sobre la mesa solo podemos reafirmarnos en que el mundo del espectáculo es muy cruel, no me voy a meter en la madriguera del conejo intentando adivinar por qué se han deshecho de Riggs con tan poca deferencia, después de que éste creciera en pantalla. Tampoco voy a meterme en cómo los actores infantiles/adolescentes se merecen mucha más protección emocional e intelectual de la que actualmente tienen. Me voy a centrar simplemente en el aspecto argumental – narrativo de la ficción. Un aspecto en el que creo que podemos decir sin temor a equivocarnos que los encargados de la serie han cometido un error enorme y de esos que son irreparables. Está claro, que en vista de la progresiva bajada de los ratings, Gimple y AMC han querido dar un golpe de efecto. Pero Carl no es Glenn, por mucho que nos doliera aquello, la muerte de Rhee no cambiaba la esencia de lo que se estaba viendo en pantalla. No cambiaba el discurso de fondo de la serie, ¿o alguien ha dudado alguna vez de que en The Walking Dead, Carl era la representación del futuro y Judith la de la esperanza?

En un mundo en el que todo lo que puede salir mal va a salir mal, para el que los adultos no están ni mucho menos preparados, estos dos niños crecían contra viento y marea. Y a Carl le daba tiempo para irse perfilando como un gran líder para el futuro. Había una luz al final del túnel que hacía que mereciera la pena seguir luchando. ¿Pero y ahora? ¿Qué nos queda narrativamente? Un villano con diarrea verbal y, si queremos ser fieles a la trayectoria y construcción del personaje, un Rick al que ya le va a dar igual que Negan se salga con la suya porque sólo va a querer morirse y que le dejen en paz caminantes, salvadores y los guionistas.

Porque daba igual si Carl te desesperaba o te encantaba. Lo cierto es que el personaje de Chandler Riggs era el alma de The Walking Dead y no sé cómo van a lograr que algo tenga sentido eliminándole de la ecuación.