La vida del amante de las series es dura. Rara es la vez que los guionistas hacen lo que quieres que hagan con tus personajes favoritos: mientras tú votas por su felicidad ellos, bueno, digamos que parecen más interesados en hacerles sufrir. Y eso está bien el 90% del tiempo, porque las historias en las que no pasa nada son aburridas. Pero a veces se les va la mano y te encuentras gritando al televisor ya sea por lo injusto que es todo, por lo que han desaprovechado al personaje o porque simplemente nada tiene sentido. Esta lista repasa esos casos. Como siempre avisamos: están todos los que son, pero no son todos los que están. A partir de aquí, ¡cuidado con los spoilers!
Carl Grimes, The Walking Dead
¡Carl de mis entretelas! Nosotros pensando que eras el futuro del nuevo mundo, el que estaba destinado a sobrevivir a los Caminantes y liderar aquello que quedara después. Y resulta que los guionistas te tenían reservado un traspiés, un tropezón y unos dientes hincándose en la carne que nos tuvieron meses deseando que se repitiera aquello de Glenn y salieras tan campante de tu metafórico contenedor de basura. Pero no. Hemos dedicado un episodio entero a decirte adiós, a ti, que eras el corazón de la serie. Si ya te lo dijo Rick: “Todo ha sido por ti. Siempre ha sido por ti”.
Jen Lindley, Dawson Crece
Ni siquiera voy a entrar en lo mal que Dawson y su pandilla -queriendo o sin querer- se portaron con Jen. La chica tuvo que convivir con un slut-shaming como una catedral cuando todavía no habíamos inventado un término para ello y lo políticamente correcto no nos importaba tanto. Pero es que además la trajeron a escena en la temporada final sólo para servir de catalizador de los dramas ajenos con su muerte. De verdad, por mucho que nos guste la pareja había formas mejores de hacer que Joey se diera cuenta de que quería estar con Pacey.
Raven Reyes, Los 100
Es cierto que en Los 100 es difícil encontrar a alguien que no lo pase mal. El que no ha perdido a sus padres, ha perdido a un amigo, a una pareja, ha sido torturado o lesionado. Y luego está Raven que es la Ley de Murphy hecha carne. A esta mujer brillante, fuerte y con recursos le ha pasado todo lo malo que te puede pasar en un futuro distópico. Y no se lo merece. Guionistas ¡repartid un poco!
Lady Edith Crawley, Downton Abbey
Ser hermana de Lady Mary ya es una carga en si. Pero si encima a ti los pretendientes te abandonan, o se te mueren, tienes que aguantar las pullitas constantes de tus hermanas y ser la eterna segundona… bueno, eso no hay quien lo aguante. Lady Edith se merecía mucho más que ser un pie de página en la historia de Lady Mary.
Dean and Sam Winchester, Supernatural
Dado que la serie tiene pinta de ser como Anatomía de Grey y no terminar nunca suponemos que a los Winchester aún les esperan unas cuantas desgracias más, pero lo cierto es que después de haber ido al infierno con billete de ida y vuelta unas cuantas veces, haber visto como ardían en el techo sus seres queridos y haber sido criados por John Winchester… no sabemos qué más pueden hacerles, la verdad. Si es que ya da apuro ver como se ceban con los pobres. ¡Qué alguien les dé un poco de tarta, que se merecen una buena dosis de azúcar!
Jesse Pinkman, Breaking Bad
Literalmente acaba siendo esclavizado por Walter White, eso sumado a la tortura psicológica que tiene que aguantar a lo largo de las temporadas -no olvidemos que White asesina a su novia para volverle vulnerable cuando siente que pierde el control sobre él- y que pese a todo tenga buen fondo hace que deseemos que le hubieran dado un respiro…
Los Starks, Juego de Tronos
No deberían haber dejado nunca Invernalia. Se han ido espabilando a lo largo de la serie, pero eran demasiado honestos para el Juego de Tronos. El mejor ejemplo televisivo de “aprender a palos” han sido ellos: bodas rojas, matrimonios arreglados que salen bien para todos bien menos para la novia, decapitaciones por fiarse de reyes psicópatas…
Spencer Reid, Mentes criminales
Le han secuestrado, le han enganchado a las drogas, tuvo un paso nada agradable por prisión, asesinan a su novia… Al miembro más inteligente de la Unidad de Análisis de Conducta se le acumulan las desgracias y no nos gusta ver como el que más sufre es siempre el mismo.
Ash Tyler, Star Trek Discovery
Star Trek Discovery tiene muchos hallazgos, pero el gran giro de la trama de Ash Tyler le resta interés al personaje, simplifica su trama y el personaje de Shazad Latif se merecía mucho más que ser relegado a una trama que hemos visto mil veces.
Tommen Baratheon, Juego de tronos
Tommen intentó ser un buen hijo, un buen marido y un buen rey. Su madre acabó matando a su esposa, el reino se le fue de las manos y acabó tirándose por una ventana. Argumentalmente admitimos que tenía todo el sentido del mundo, pero dolió, cómo dolió.
Poussey Washington, Orange is the New Black
Poussey se merecía haber cumplido su condena, salir de Litchfield y rehacer su vida: era noble, era divertida y parecía que por fin levantaba la cabeza tras el alcoholismo, la depresión y el sufrimiento. Pero no, Orange Is The New Black es como la prisión en la que transcurre la historia: solo es generosa con las componentes que son caucásicas y a poder ser rubias…
Barb y Bob Newey, Stranger Things
Si hoy hiciéramos una lista de los pueblos más peligrosos de la televisión sin duda incluiríamos a Hawkins, por aquello de que su vecino más ilustre es el demogorgon y tiene hasta sus propios científicos locos que experimentan con humanos. En sitios así no es raro encontrar personas que están en el lugar equivocado en el momento equivocado, o que acaban mal debido a su propia bondad. Eso pasa con Barb y Bob dos seres de luz, con sus puzzles y sus gafas de pasta… que no se merecían el final que tuvieron.
Rachel, Friends
Después de temporadas y temporadas viendo como Rachel crecía y maduraba. De ver cómo pasaba de ser una niña mimada a una mujer hecha y derecha, capaz de valerse ella sola… Tuvimos que ver como renunciaba a sus sueños de toda la vida, se bajaba del avión y volvía con el hombre con el que había mantenido una de las relaciones más tóxicas de la televisión. Vale que en aquel momento todos nos emocionamos mucho pero pensándolo fríamente…¡Rachel se merecía ser feliz en París y convertirse en directora de YSL!
Vanessa Ives, Penny Dreadful
Luchas con todas las criaturas sobrenaturales que se te cruzan por delante, defiendes tu alma con uñas y dientes… y al final acabas dejándote morder por Drácula y muriendo para no convertirte en la causa del Apocalipsis. Como historia victoriana era perfecta ¡pero nos hubiera encantado que Miss Ives hubiera podido disfrutar de ese final feliz por el que había peleado tanto!
Rachel y Friends es hablar tambien de guionistas y productores. Lo Toxico no vino de Ross, vino de parte de los productores y guionistas al alargar demasiado esa relación incluso relacionandola con el personaje de Joey. Los personajes que Ross y Rachel eran pura quimica incluso en esos momentos toxicos.
Se diria que fue la gota que colmo el vaso de Jennifer, que ya no queria mas Friends y acabar cuanto antes su particfipación en la serie.