Festival de Cannes: Ni Netflix, ni selfies

Que Cannes siempre ha tenido un puntito más snob que, digamos, los Oscar (de los Globos de Oro ni hablamos, porque eso ya es un botellón donde dan estatuillas) era algo que todos sabíamos. Así que no es de extrañar que el prestigioso Festival ya desde el año pasado – que por cierto era su 70 aniversario- dejara bien claro su rechazo a los nuevos formatos de distribución. Sí, Netflix, te miramos a ti. Ya se nos estaba empezando a olvidar un poco aquel ataque de elitismo cuando la controversia al respecto ha vuelto a atacar justo cuando falta un mes para la inauguración de la nueva edición, prevista para el 8 de mayo.


Thierry Fremaux, director del evento ha hecho públicas las condiciones del veto a los films sin estreno en salas y ha hecho oficial que las producciones de Netflix no podrán optar a la Palma de Oro porque quedan excluidas de la sección competitiva. Fermaux se despachado a su gusto remarcando que las plataformas de streaming producen “híbridos” que no son ni cine, ni televisión y que “el cine triunfa en cualquier parte, incluso en esta era dorada de las series”, señalando que “la historia del cine y la de internet son dos cosas diferentes”. Está claro que el director de Cannes no tiene ningún interés en cultivar una relación, ya no decimos cercana, ni siquiera cordial con Netflix.

Además, Fremaux manifestó lo que parecen ser unas diferencias irreconciliables con el gigante del video on demand. “La gente de Netflix adoró la alfombra roja y les gustaría estar presentes con otras películas. Pero comprenden que la intransigencia de su modelo es ahora opuesta al nuestro. Tenemos que tener en cuenta la existencia de estos nuevos competidores: Amazon, Netflix y, puede que pronto, Apple. Defenderemos la imagen de festival arriesgado que cuestiona el cine, y debemos hacerlo todos los años.”

Y por si no nos había quedado claro que a Cannes esto del siglo XXI y las nuevas tecnologías no les gusta nada de nada, el Festival ha anunciado una nueva prohibición un tanto peculiar: nada de selfies en la alfombra roja. El director del certamen ha calificado esta costumbre de “ridícula y grotesca” y que provoca “trivialidad, ralentización y un desorden en la alfombra roja” que, además “perjudica la calidad del desfile por la escalera y del festival en general”. Pero qué podemos esperar de un Festival donde en 2017 se negó el acceso a un grupo de mujeres por ir con zapato plano lo que llevó a la icónica imagen de Julia Roberts descalza sobre la alfombra roja.

Y a vosotros ¿Qué os han parecido las decisiones y palabras de Fremaux?

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