Algo huele a podrido en The Walking Dead

Nada menos que tres temporadas ha dado de sí el conflicto entre la tropa de Rick Grimes y los Salvadores. Durante todo ese tiempo el mundo de The Walking Dead se ha hecho más grande, tal y como aventuró Jesus al líder de los supervivientes en su primer encuentro, granjeando a los protagonistas un buen puñado de aliados pero también formidables enemigos cuya obstinación por imponer su ley ha ido sacando a relucir lo peor de ambos bandos.

Quién iba a pensar que semejante carnicería tendría como punto de inflexión la muerte de uno de los personajes regulares de la ficción de AMC, la del joven Carl, y es que pocas veces hemos visto que la despedida de uno de los miembros del grupo resultase tan trascendental, que tuviese tanto peso en los acontecimientos y en el devenir de la gente con la que compartió más penas que alegrías.

Fueron su carta junto al testimonio de Siddiq los que lograron lo impensable, que Rick perdonase la vida al odioso Negan para honrar el sacrificio de su hijo, el único que quiso ver algo de luz en tiempos de tinieblas. No se trataba de una decisión sencilla, el odio entre ambos había acabado por convertirse en algo visceral y no sin motivos, y en los últimos capítulos el ex policía había dado muestras de una crueldad sin precedentes. ¿Habrá cruzado esa línea de no retorno a la que se refería Morgan?

El encarcelamiento del maltrecho villano es su forma de dejar abierta la puerta a la esperanza. Un gesto que no sólo quiere simbolizar el fin de las hostilidades entre los asentamientos, sino también el regreso de la civilización a un mundo herido profundamente. Sin embargo, toda decisión trae sus consecuencias. Tal vez el reinado de Negan haya tocado a su fin, pero mucho nos tememos que su contribución a esta historia, ya sea de manera activa o pasiva, está lejos de concluir.

La reunión en el despacho de Maggie, sin duda la escena más impactante del capítulo final, da a entender que la próxima temporada el enemigo podría estar en casa y no al otro lado de los muros. La ira de la hija de Hershel al comprender que el asesino de su marido no pagaría sus fechorías con su vida es el catalizador de un movimiento que pretende posicionarse en contra de Rick y Michonne y que podría tener un alcance mayor de lo esperado, pues no olvidemos que son muchos los que han perdido a sus seres queridos por obra y gracia de Lucille.

De este modo, justo cuando los rumores apuntaban a la salida de Lauren Cohan de la serie, Maggie podría cobrar una relevancia capital en la novena temporada como cabecilla de la oposición, la cual tendría a Daryl como su principal lugarteniente. Sorprende, ya que el pequeño de los Dixon siempre se ha mostrado leal a sus camaradas, aunque también debemos recordar que no hace mucho le vimos rebatir a Rick a base de golpes lo cual suele ser un síntoma claro de una alarmante falta de sintonía.

Pese a todo, su resentimiento hacia Negan debería ser cuanto menos comparable al que le profesa a Dwight, el cual es indultado por el motero a pesar de los muchos pecados que cometió antes de emprender su particular proceso de redención. Claro que si el posicionamiento de Daryl plantea algunas dudas, lo de Jesus ya merecería una discusión aparte, y más teniendo en cuenta su carácter pacifista y sus repetidos esfuerzos por salvar a sus enemigos de la cólera de Morgan o de la propia Maggie.

Pero volviendo a la última batalla entre los dos ejércitos, no cabe duda de que Rick y los suyos le deben la victoria a Eugene, un personaje que ya dábamos por perdido y que ha demostrado ser mucho más imprevisible de lo que parecía, aunque para ello los responsables hayan utilizado más de una trampa para engatusar a la audiencia. El sabotaje de las balas dio al traste con la emboscada de los Salvadores, dejándoles a merced de las armas automáticas de sus oponentes.

En menor medida, las guerreras de Oceanside encabezadas por el tenaz Aaron también pusieron su granito de arena evitando que un pequeño contingente diera caza a las gentes de Hilltop, aunque finalmente resultaron un factor mucho menos determinante de lo que habíamos supuesto dado el metraje que se les dedica a lo largo de las últimas temporadas.

Será interesante ver cómo van a cambiar las cosas. El nuevo mapa post guerra es cuanto menos incierto, más allá de que la serie haya apostado por mostrarnos un adelanto de ese nuevo orden en el que los Salvadores parecen ansiosos por volver al redil y cambiar los fusiles por las herramientas de jardinería. Quizás un tanto apresurado.

Jadis tiene vía libre para incorporarse a Alexandría, por lo que podría servir de puente con algunas de las futuras tramas, pues no olvidemos que la incógnita del helicóptero todavía no ha sido resuelta. Los motivos de la marcha de Morgan sí son algo más claros, dada la necesidad de enlazar su andadura con Fear The Walking Dead, el spin off de la serie en la que muy pronto sabremos más de él.

El próximo otoño The Walking Dead estrenará su novena temporada. Y aunque como hemos visto algunas líneas de su argumento nos generan bastante incertidumbre, será la ocasión perfecta para que la serie vuelva a reinventarse y así demostrar que estos muertos todavía están pero que muy vivos.

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