
Esta semana los fans de la exitosa ficción de zombies han sufrido un duro revés al enterarse de que Andrew Lincoln podría haber decidido abandonar The Walking Dead una vez finalice la novena temporada. Según publica Collider, el actor participará en seis de los doce episodios que conformarán la próxima tanda, lo que significaría que la serie ya se estaría preparando para prescindir de su principal estrella. Y es que el bueno de Rick Grimes ha acompañado a los espectadores desde el debut televisivo de la adaptación de los cómics de Robert Kirkman, erigiéndose como el líder indiscutible del grupo de supervivientes y el principal nexo de unión entre sus miembros.
Poco se sabe hasta ahora de la nueva temporada, pero sus responsables ya han adelantado que habrá un importante salto temporal. Si las informaciones sobre la marcha de Lincoln son correctas, también podrían serlo aquellas que apuntan a que AMC estaría dispuesta a darle galones a Norman Reedus, uno de los personajes más queridos por los fans a pesar de que en los últimos tiempos no ha tenido la relevancia en las tramas que todos esperábamos.
De lo que nadie duda es que a The Walking Dead le queda vida para rato, a pesar de que sus últimas temporadas se han resentido en términos de audiencia y de crítica. En todo caso, veamos unos cuantos ejemplos de series que supieron reinventarse y sobreponerse a la ausencia de su protagonista independientemente a las causas que propiciaron su salida de la producción.
Pese a que House of Cards ya tenía fecha de caducidad, las acusaciones de abuso sexual contra Kevin Specey trastocaron los planes de sus responsables de cara a cerrar la exitosa serie. Aunque tras su mediático despido hubo rumores de cancelación, la productora Media Right Capital afirmó que todo lo que el equipo había logrado hasta ese momento era más grande que cualquiera de las personas implicadas, por lo que se pusieron manos a la obra para sacar adelante la sexta y última temporada de la serie, en la que Robin Wright se hará con las riendas del legado de los Underwood.
Cuando los problemas de salud de Andy Whitfield le obligaron a abandonar Spartacus, los productores de la serie tuvieron la brillante idea de congelar la historia del bravo gladiador a la espera de la recuperación de su protagonista y plantear una segunda temporada a modo de precuela, en la que se nos contaban los orígenes de la casa de Batiatus. Acertaron, pues resultó ser una de las tandas de episodios que mejor sabor de boca nos dejaron. Tras la trágica muerte de Whitfield, la serie lo sustituyó fichando a Ian McIntyre con el que se cerró la historia dos años después tal y como estaba previsto.
A David Duchovny siete temporadas buscando platillos volantes le parecieron más que suficientes, de ahí que sólo accediese a aparecer en un puñado de capítulos de la octava tanda de Expediente X. La agente Scully, en plena búsqueda del abducido Mulder, contó con un nuevo compañero con los rasgos de Robert Patrick, el cual nunca consiguió que los fans olvidasen a Duchovny. Buena parte de la culpa la tuvieron unos guiones que empezaron a mostrar claros síntomas de fatiga hasta el fin de la serie.
Hubo un tiempo en el que Charlie Sheen era el actor de televisión mejor pagado de EEUU gracias a su papel en Dos hombres y medio. La comedia fue viento en popa hasta 2011, cuando las adicciones del intérprete forzaron a parar la producción de la serie. Pese a semejante contratiempo y la mala relación de Sheen con varios de los miembros del equipo, el actor no se cortó un pelo a la hora de pedir un aumento de sueldo. Los productores, hartos de la actitud de su estrella, decidieron prescindir de él y fichar a Ashton Kutcher. Su atractivo y gusto por el sexo opuesto lo convirtieron en el nuevo Harper.
La marcha de Steve Carell de The Office parecía impensable. Su personaje, Michael Scott, era la chispa de la serie, ese jefe infantil, egoísta e insoportable que prendía la mecha de las tramas semana tras semana, por lo que la comedia tuvo que esforzarse al máximo para reponerse a su salida. The Office continuó dos temporadas más gracias a un elenco que a esas alturas ya tenía a los espectadores en el bolsillo. Además, actores de renombre como Will Ferrell o James Spader fueron invitados a la serie para inyectar una buena dosis de excentricidad a los guiones.
Durante nueve temporadas Gil Grissom fue el rostro del laboratorio de CSI. Tras el adiós de William Petersen, la serie trató de sustituirlo con actores tan reconocidos como Laurence Fishburne, Ted Danson o Liev Schreiber, que mantuvieron el barco a flote. Al menos Petersen quiso despedirse de la audiencia como es debido apareciendo en el episodio final de la ficción de CBS.
No todo era de color de rosa en la familia Halliwell. La mala relación de Shannen Doherty con Alyssa Milano provocó que la intérprete saliera de Embrujadas dando un portazo al final de la tercera temporada. Aunque se fichó a Rose McGowan para paliar la ausencia de Shannen -encarnó a una hermana desconocida- las audiencias se resintieron ligeramente. Pese a todo, la serie siguió adelante hasta 2006.
Vikingos ha sido y siempre será la historia de Ragnar Lodbrok. Con la muerte del personaje en la cuarta temporada de la serie, fueron sus hijos los que tomaron el testigo convirtiéndose en el verdadero eje de las tramas junto a otros personajes ilustres como Ladgerda o Floki. Pese a que la decisión de prescindir de Ragnar está más que justificada por los libros de historia, lo cierto es que echamos mucho de menos el carisma del personaje de Travis Fimmel.
La muerte de Brody dejó helados a los incondicionales de Homeland. Un giro trágico y trascendental que el propio Damien Lewis ha defendido en varias ocasiones, afirmando que la esperanza de vida de su personaje siempre había sido corta. Pese a que todo ocurrió al final de la tercera temporada, la serie ya acumula un total de siete sirviéndose de Carrie como protagonista indiscutible.
Aída, el spin off barriobajero de 7 Vidas, comenzó su andadura con Carmen Machi a la cabeza del reparto. La popularidad de su personaje y su indiscutible vis cómica auparon esta comedia a lo más alto de la parrilla televisiva. Sin embargo, con cinco temporadas a sus espaldas, Machi quiso tomarse un respiro y probar suerte en otros proyectos vinculados al cine y al teatro, por lo que tomó la decisión de abandonar la serie que llevaba su nombre. Aída todavía estaría otras cinco temporadas en antena gracias al buen hacer de un elenco que continuó divirtiendo a la audiencia como el primer día.
Aunque en realidad Crónicas vampíricas cuenta con un trío protagonista, la marcha de Nina Dobrev fue un duro golpe para los fans de la serie. Por suerte para ellos, poco después de hacerse público su adión los responsables de la ficción aseguraron que la séptima temporada ya estaba en marcha y que todavía quedaban muchas historias que contar en torno a los hermanos Salvatore.
“El mayor error que he cometido en mi carrera fue mi decisión de unirme a Mentes criminales”. Así de tajante se mostró Mandy Patinkin en una entrevista a The Hollywood Reporter a la hora de referirse a su participación en la serie de CBS. Pese a la repentina salida del intérprete, conocido en la industria por su carácter indómito, la producción se apresuró a hacer algunos cambios en su reparto para no desviarse de la senda del éxito. Y lo consiguió, como atestiguan sus trece temporadas, más de una década en la que Mentes criminales se mantuvo en la lista de los 20 programas más vistos de la televisión norteamericana.
Me gusta esto:
Me gusta Cargando...
Relacionado