“De haberlo hecho ahora mismo tendría cientos de millones de dólares, pero al mismo tiempo estaría dándome cabezazos contra un muro”. Así se tajante se mostró Macaulay Culkin, quien fuera niño prodigio de la actuación en la década de los noventa con películas como Solo en casa o Mi chica, durante una entrevista en The Joe Rogan Experience donde contó que llegó a rechazar en varias ocasiones protagonizar The Big Bang Theory, una de las sitcoms más populares de la televisión actual.

Fue durante una discusión en torno a los roles y a los salarios de los actores en las comedias para la pequeña pantalla cuando Culkin relató que se pusieron en contacto con él hasta tres veces para ofrecerle el proyecto. Según sus propias palabras, “el planteamiento fue algo como ‘hay dos frikis astrofísicos y una chica guapa que vive con ellos’ ¡Tachán! Esa era la premisa. Estaban en plan ‘vamos a conseguir a unos cuantos físicos reales para que se ocupen de las matemáticas’ y yo les dije ‘Guay, pero estoy bien, gracias'”.

Aunque los responsables de la serie volvieron a intentarlo más adelante, la respuesta del protagonista de Niño rico fue siempre la misma. “No, no y no. Me siento halagado pero de nuevo no”, a lo que añadió que en cierto momento incluso su manager llegó a presionarle para que aceptase el trabajo consciente de la gran oportunidad que podría perder.

Y no es para menos, pues la sitcom de CBS lleva nada menos que 10 temporadas -según sus creadores, hay planes para alargar el show al menos dos más- en lo más alto en términos de audiencia. De hecho, sus principales protagonistas actualmente cobran la friolera de un millón de dólares por cada capítulo de apenas 20 minutos de duración.

Quién sabe si con Macaulay Culkin The Big Bang Theory hubiese cosechado el mismo éxito, aunque de hacerlo lo más seguro es que no hubiésemos podido disfrutar de la química de actores como Jim Parsons o Johnny Galecki. En todo caso, lo que está claro es que el principal damnificado de esta historia no parece estar arrepentido de su decisión.