Midge Maisel es como Mary Poppins “prácticamente perfecta en todo” . Solo que dice muchos más tacos, habla mucho más rápido y en el fondo es un desastre. Ahora estaréis confusos porque en el título digo que es maravillosa y dos líneas después estoy diciendo que es un desastre. Pero es que es las dos cosas.
En esta segunda temporada Midge sigue siendo estrambótica, inteligente, con un poco de complejo de copo de nieve, un algo de personalidad controladora y un mucho de sentido del humor. Por eso la queremos. Por su parte los padres – los cuatro- dotan de entidad a estos capítulos en los que nos alejamos un poco de los problemas de pareja para conocer a las familias. Susie continúa siendo un icono en esta vida. ¡Y hasta tenemos nuestro nuevo Max Medina! Ahora se llama Benjamin y es alto, divertido, adorable, algo gruñón y con su propio complejo de copo de nieve. Completa el cuadro el fascinante Lenny Bruce. No sé cómo os sentiréis vosotros viendo la serie, pero yo cada vez que aparece quiero darle un abrazo. Y más sabiendo los spoilers históricos.
Esta segunda temporada quiere dejar claro que Midge no es perfecta – lo que es un avance desde Las chicas Gilmore, querida Palladino- y eso se nota sobre todo en el contraste con Susie. Porque amigos, esta es una historia sobre gente de clase alta y es su visión la que predomina pero eso no impide que veamos destellos de la diferencia de clase en la relación de nuestra querida señora Maisel y su manager. Susie está acostumbrada a luchar duro por lo que quiere y de pronto habrá escenas en las que veamos que Midge se rinde antes de lo que nos gustaría, que no ve cosas que para nosotros están claras como el día, en definitiva que no es una heroína perfecta. Alguno encontrará duro verse obligado a dejar los pompones y aprender (y reír) con una debilidad de nuestra protagonista en vez de con una virtud. Máxime cuando toda la primera temporada estaba orientada a que la quisiéramos y sólo viéramos lo mejor de ella. Pero en el fondo es una fortaleza de la serie, que asienta la comedia y redondea los personajes evitando que se acaben convirtiendo en cáscaras vacías que hablan muy deprisa.
¿Qué quiero decir con todo esto? Que La Maravillosa señora Maisel es una de las mejores comedias que he visto en los últimos años pese a que horrorizará a aquellos que no sean amantes del universo Palladino. También quiero decir que esta segunda temporada es de transición. Midge no tiene muy claro si centrarse en ser una señora del Upper East Side o una cómica. Y a la serie le pasa un poco lo mismo pese a mantener la calidad de la temporada anterior. Era muy difícil que esta segunda tanda de episodios provocase en nosotros el mismo regocijo que cuando vimos por primera vez gritar a Midge que había conseguido al rabino. Tampoco es justo pedírselo porque los nuevos capítulos de la Señora Maisel tienen la calidez de los viejos amigos, de esos a los que puedes soltarles una broma descarnada y sabes que se van a reír contigo.
La maravillosa Sra. Maisel ya está disponible en Prime Video.
Esta serie es una delicia
¡Me encanta la señora Maisel!
Que Palladino haga series sin los límites de las cadenas públicas siempre es algo bueno. Una pequeña joya.
Si la primera ya era buena, esta segunda temporada es aun mejor. Hay momentos memorables como los 3 capítulos del resort de vacaciones.