Este jueves 21 de marzo Florence + The Machine tocó en el WiZink de Madrid para presentar su último álbum, High as Hope.
El WiZink se llenó de flores para saludar a la británica Florence Welch que salió al escenario descalza y enfundada en un vestido rosa tan pálido como su piel y destacando sus pelirrojos cabellos.
La londinense embrujó e hipnotizó al público con su encanto, su voz y sus movimientos dignos de una ninfa de los bosques. Florence es como un hada, divina, dinámica y libre. Es impresionante verla cantar, sacar ese vozarrón que tiene y luego hablar con un tímido hilillo de voz adorable.
El concierto no invitó a las sorpresas, había 16 canciones en el setlist y esas fueron las que tocaron. No tocó A Sky Full Of Songs, en su lugar cantó Moderation, último single sacado. Al igual que A Sky Full Of Songs faltaron otros himnos de la cantante, que con cinco a discos a las espaldas podía haber tocado. Ha llegado el momento de que empiece a alargar sus conciertos hasta las dos horas, tiene repertorio más que suficiente para hacerlo y sus conciertos no son baratos. Si vas a hacer pagar a la gente 70 euros para ir a verte al menos ofrece un espectáculo completo.
El concierto fue correcto, entretenido, emotivo, incluso bajó a la pista y cantó entre el afortunado público un par de canciones. Pero no hubo nada nuevo, nada que habiendo asistido a conciertos previos, y más baratos, no hubiéramos visto.