Las mayores enemistades del mundo de la música – Parte I

Rencillas, peleas de egos y malentendidos. El mundo de la música está lleno de drama que va mucho más allá de los escenarios y las letras de las canciones. Estaos son algunos de los más sonados.

Taylor Swift vs. Katy Perry

 

Esta enemistad parece que – de momento- ha tenido un final feliz con reconciliación incluida en el último videoclip de  Taylor Swift. Antes de 2013 ambas artistas se llevaban bastante bien hasta que tres bailarines de la gira Red de Swift abandonaron el trabajo para irse al Prism Tour de Katy Perry.  Las acusaciones de sabotaje no tardaron en llegar y Swift lanzó el vídeo Bad Blood, que supuestamente habla de mala sangre de Katy y su traición.

La cosa continuó en mayo de 2017 cuando apareció en escena la respuesta de Perry a Bad Blood: Swish, Swish. En este videoclip incluso aparecía Nicki Minaj que como es bien sabido no es precisamente una fan de Swift. En un episodio de Carpool Karaoke, la cantante de California Girls afirmó al ser preguntada por esta enemistad: “Algo hay. Honestamente, es ella la que lo comenzó y debe ser ella quien lo acabe. He intentado hablar con ella al respecto, y no quiere”.Swift, en plena crisis de reputación, grabó esa maravilla de videoclip que es  Look What You Made Me Do para contestar entre otros muchos a Perry. Pero a juzgar por el último vídeo Katy y Taylor vuelven a ser un Happy Meal.

Prince vs. Michael Jackson

La enemistad entre estos dos gigantes de la música comenzó en 1982. El álbum Thriller de Jackson superó en ventas al 1999 de Prince. Este último contraatacó con Purple Rain, porque cuando tienes tanto talento para qué discutir. El rey del Pop, supuestamente, fue a varios shows del Purple One para estudiar la gira de su competidor.

 

James Brown en agosto de 1983 durante un concierto mientras estira junto a su banda una de sus legendarias improvisaciones llama a filas a un joven Michael Jackson que por entonces ya se había convertido en una de las figuras más prominentes del pop. Jackson no vacila ni un segundo en saltar al escenario con semejante bestia de la música, porque James Brown es mucho James Brown. Al enterarse Brown de que allí también estaba Prince, le pide que suba al escenario con ellos. Prince se lo pensó algo más que Jackson pero al final apareció en escena a lomos de un fortachón.  No dirigió la mirada hacia Michael en ningún momento. Tras la actuación y sin mediar palabra abandona el escenario tumbando una farola de atrezzo para dejar claro quién es el que manda allí… Se escenifica así un desencuentro que la rumorología había dejado patente un año atrás.

La verdad que la inquina se siente un poco unilateral. En 1985 hubo un intento de acercamiento por parte de Jackson que ofreció al genio de Minneapolis aparecer  en el videoclip de Bad, pero Prince declinó la oferta y más tarde declaró en MTV: ““¿Conoces el papel que interpreta Wesley Snipes?. Ese era para mí. La primera frase dice: tu trasero es mío”. Los desplantes  del genio de Minneapolis al Rey del Pop fueron constantes: este último volvió a intentar que el autor de Dirty Mind colaborase con él en la grabación de We Are the World y de nuevo se quedó con las ganas; más adelante Prince cantaba en Musicology, el último de sus tres álbumes editados en 2004 esto de  “Mi voz está cada vez alta y nunca me rehice la nariz. Ese es el otro tipo”, cantaría .

Un amigo en común de ambos, el también músico Will.i.am, dijo que Prince intentó  la reconciliación en 2006. Desgraciadamente, parece que nunca llegaron a conseguirlo. Jackson falleció en 2009 y Prince en 2016.

Nicki Minaj vs. Miley Cyrus

Nicki Minaj tiene unos cuantos frentes abiertos: conocida es su rivalidad con Remy Ma, por ejemplo. Pero en 2015 tuvo uno un poco más notorio. Minaj y Miley Cyrus tuvieron un encontronazo con motivo de los MTV Video Music Awards de aquel año, que por cierto, presentaba Cyrus. Antes de la gala, la antigua Hannah Montana y que por aquel entonces estaba atravesando su fase “soy una artista polémica y no una chica Disney”, dio una entrevista al The New York Times en la que explicaba que no le gustó la reacción de Nicki Minaj cuando se hicieron públicas las nominaciones de los premios. En una serie de tweets la cantante de Anaconda lamenta que si “fuese otro tipo de artista” estaría nominada, pero es la frase “si tu vídeo tiene a mujeres con cuerpos muy delgados, te nominarán para vídeo del año”  yprovocó una discusión con Taylor Swift (entre otras)… Miley dijo al respecto: “Si conoces a Nicki sabes que no es muy amable y definitivamente no fue muy educado de su parte. Imagino que hay una forma en la que le hablas a la gente con amor y bondad pero no tienes que empezar esta guerra entre estrellas pop”.

Minaj terminó llevándose el premio al Mejor Vídeo de Hip Hop y regalándonos aquel “Miley, What’s good?” que ha pasado a los anales de internet cuando al recoger el premio y dar los agradecimientos pertinentes, a la rapera le cambió la cara para dirigirse a Miley Cyrus: “Volvamos con esta zorra que tenía mucho que decir a la prensa el otro día: Miley, ¿qué te parece?”

Miley intentó salir del paso en el escenario y de paso zanjar el tema diciendo: “Hey, las dos estamos en la industria, todos concedemos entrevistas y todos sabemos cómo se manipulan. Nicki, felicidades”.

Whitney Houston vs. Mariah Carey

La rivalidad más amable que vas a encontrar en estas líneas. De hecho no es recordado por las malas contestaciones, o porque se perdieran los papeles sino porque nadie sabía muy bien qué pasaba con todo aquello.  Una división entre las dos voces más potentes del panorama musical parecía más una cosa alimentada por los tabloides que algo real hasta que en una entrevista preguntaron a Houston por Carey y por su boca salieron estas inolvidables declaraciones: “¿Qué pienso de ella? No pienso en ella”.

En 1998, los ejecutivos de Dreamworks decidieron que una rencilla no iba a privarles de tener uno de los duetos más potentes  que se podían tener en aquel momento y convencieron a ambas para grabar una canción juntas para la película El príncipe de Egipto.

Aparentemente esto supuso un punto de inflexión en la relación de ambas y tras la muerte en 2012 de Houston, Carey fue de las que atendió a su funeral en Nueva Jersey.

Kanye West vs. JAY-Z

Do de las estrellas más grandes del rap actual, Kayne West  y Jay-Z, se han caracterizado siempre por tener unas personalidades tumultuosas. No es de extrañar, por tanto, que su relación sea igual de  agitada. Parecía que tras el álbum Watch the Throne la cosa se había calmado y eran muy buenos amigos.

Pero llegó 2016 y se empezó a rumorear de nuevo sobre la tensión entre ambos. West – que tiene más peligro que un nublado con un micrófono en la mano, que se lo digan a Taylor Swift- despotricó en el escenario sobre que ni Jay-Z ni su familia habían ido a visitarlos tras la traumática experiencia de Kim Kardashian en París. Jay pensó que meter a su mujer y su hija en sus discusiones era pasarse de la raya y señaló el comportamiento errático de West en su disco de 2017, 4:44.

Axl Rose vs. Kurt Cobain

Además de discutir con su compañero Slash, Axl Rose también tuvo tiempo para enemistarse públicamente con el cantante de Nirvana, Kurt Cobain. Al principio, cuando Nirvana apareció en escena, Rose era muy fan de la banda y de su música, pero  claro, Cobain empezó a criticar a Guns’n’Roses y Rose contraatacó. En uno de sus shows llamó a Cobain : “Un yonki de mierda con una esposa yonki” y añadió que su hija tenía defectos de nacimiento debido a su abuso de drogas.

En 1992 los dos coincidieron en los MTV VMAs, Courtney Love (ya sabéis, la “esposa yonki”) le pidió sarcásticamente a Rose que fuera el padrino de su niña.  “O callas a tu zorra o te aplasto” contestó muy educadamente Rose. Esa misma entrega de premios el bajista de Nirvana (Krist Novoselic) llegó a las manos con el de Guns’n’Roses (Duff McKaga) 

La disputa acabó con la muerte de Cobain y ambas bandas arreglaron las cosas hasta tal punto que no ha sido raro ver al batería de Nirvana (Dave Grohl) colaborar  con Axl Rose y con Slash. 

Keith Richards vs. Elton John

Keith y Elton son como el agua del aceite. No se mezclan y si no se cruzan mejor que mejor. Y ha sido así desde el principio de los tiempos.  El guitarrista de los Rolling ha llegado a decir que cuando se retire el legendario cantante él “no lo va a echar de menos”. El punto álgido de su rivalidad llegó en 1997 cuando Richards criticó a John por reciclar y regrabar un tributo de 1973 a Marilyn Monroe para honrar a su gran amiga la Princesa Diana de Gales. La respuesta de John fue un tanto agresiva:

“Sería horrible ser como Keith Richard. Es patético, el pobre. Es como un mono con artritis, intentando salir al escenario y parecer joven. Tengo un gran respeto por los Stones, pero  les hubiera ido mejor si se hubieran desecho de Keith hace 15 años… Creo que es un imbécil, y lo creo desde hace tiempo”. Ouch.

Noel vs. Liam Gallagher

Si vas a discutir, mejor que la cosa quede en casa.  Eso parecen haber pensado los fundadores de Oasis. Noel y Liam Gallagher han estado discutiendo durante décadas, casi desde que comenzaron  su carrera con la banda hasta… bueno, hasta hoy día. Primero se fue Noel en 1994 tras su primera gira, debido a las tensiones entre él y su hermano. Arreglaron las cosas y se volvieron a unir, pero según se hacían más y más famosos las cosas se iban complicando.

Hubo otro conato por parte de Noel de abandonar Oasis en el 2000, pero consiguieron parchear la relación lo suficiente como para volver… hasta 2009 que Noel abandonó de nuevo el grupo. Y hasta el día de hoy no  han conseguido arreglar la relación. Y a juzgar por sus declaraciones tampoco tienen muchas ganas, aunque hubo un intento de reconciliación en 2018, parece que no llegó a buen puerto.

Eminem vs. estrellas del pop

Eminem dejó unas cuantas cosas claras al comienzo de su carrera, entre ellas que no le gustaban nada ni las boybands ni las cantantes de pop. Nadie estaba a salvo de su ira, ni de sus versos: desde NSYNC hasta Britney Spears pagaron el pato de su desprecio. Pero si alguien se convirtió claramente en un blanco para él, esa fue Christina Aguilera, posiblemente porque fue la única que le dijo las verdades del barquero.

Cuando la cantante criticó al rapero por sus letras en Kim , él lanzó The Real Slim Shady y como no podía meterse con ella por cantar mal, pues atacó con el arma de los cobardes: puso en evidencia su vida sexual.

Aguilera se enfadó tanto que se lanzó a rapear ella misma con una tema llamado The Real Slim Shady (Please Shut Up) . La cosa se calmó con el paso de los años y, aunque siguen sin llevarse bien, parece que ahora pueden estar en la misma habitación sin que se desate el apocalipsis.

John Lennon vs. Paul McCartney

Yoko Ono cargó muchos años- si no lo hace todavía- con el sambenito de haber roto los Beatles. En 2013, Paul McCartney ya dijo que nada más lejos de la realidad . Explicó que, aunque Ono sacó a la luz otro lado de Lennon que éste quería explorar, esa no es la razón por la que se dividió la mítica banda y que él ya sabía que “de todas formas Lennon iba a irse”

En 1971 Lennon ya se había referido al tema cuando le dijo a Rolling Stone “Sé con seguridad que nosotros estábamos hartos de ser los segundones para Paul”, el cantante tampoco apreció el trato que recibió Ono por parte de sus compañeros de grupo: “Ringo estaba bien, pero los otros dos no se portaron bien. Nunca les perdonaré”.

Lennon y McCarthy continuaron lanzándose pullitas a través de su música durante años, hasta que finalmente se reunieron y parecieron dispuestos a enterrar el hacha. Pero cualquier posible reconciliación quedó bruscamente interrumpida por la trágica muerte de Lennon en 1980.

Roger Waters vs. David Gilmour

Pink Floyd en realidad se dividió durante la grabación de The Wall en 1979.  Gilmour, Nick Mason y Rick Wright se frustraron por el poco compromiso mostrado por Waters. “Forzó las cosas hasta convertirse en la figura central” contaba Gilmour a Rolling Stone en 1987. Waters por su parte sostenía que se vio obligado a asumir ese papel debido a la carencia de inputs de sus – según él- menos talentosos compañeros. “No tiene sentido que Gilmour, Mason y Wright intenten escribir letras”- afirmó en la misma revista “Nunca serán tan buenas como las mías”. 

La cosa solo empeoró hasta que en 1985 Waters intentó disolver Pink Floyd y seguir una carrera en solitario. Gilmour se negó y junto con Wright y Mason lanzó un nuevo álbum bajo el nombre de Pink Floyd. Waters se enfureció  y les denunció por usar el nombre de la banda y el famoso cerdo hinchable durante sus conciertos. Gilmour ganó la batalla legal, pero la verdadera lucha se libró en el tribunal de la opinión pública: unos decían que su bajista era un egomaniaco, el otro decía que intentaban aprovecharse de su talento.

Para 2005 las cosas se habían calmado ya lo suficiente como para que los miembros originales de la banda se reunieran en un concierto benéfico. Fue la última vez que se vio a los cuatro juntos antes de la muerte de Wrights en 2008.

Waters sorprendió a los fans cuando invitó a Gilmour y Mason en un concierto en Londres en 2011. En 2013 llegó incluso a admitir que se arrepentía de la denuncia. 

Paul Simon vs. Art Garfunkel

Paul Simon y Art  Garfunkel con sus voces angelicales y su aspecto de no haber roto un plato en su vida no vivieron su paso por el famoso dúo como un camino de rosas. Después de que alcanzaran la fama global a mediados de los sesenta, resentimientos que llevaban mucho tiempo latentes – no olvidemos que se conocían desde adolescentes-  convirtieron el dúo en una bomba de relojería que explotó cuando en 1968 el director Mike Nichols les ofreció papeles a ambos en la adaptación del libro Catch-22.. El personaje de Simon desapareció antes de que comenzara la producción, así que Garfunkel voló solo a grabar. Al principio Simon apoyó a su compañero, pero cuando el rodaje de tres meses se estiró hasta durar casi un año Simon se frustró por el retraso.

La vuelta de Garfunkel no sirvió para calmar las aguas, y las diferencias políticas y musicales continuaron. Discutieron sobre cuál debía ser la canción número 12 en Bridge Over Troubled Waters: si una más política de Simon o  menos política de Garfunkel. Ninguno de los dos cedió, el disco salió con 11 temas y ambos decidieron seguir por caminos separados.

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