La ficción televisiva española parece que le está dando buenos resultados a Netflix. La casa de papel o Élite se han convertido – por distintas razones- en fenómenos globales y Las chicas del cable siguen funcionando como un reloj. Por eso, no extraña que el 1 de noviembre llegara a la plataforma una serie que es una nueva apuesta por las series hechas en nuestro país: Hache, la ficción creada por Verónica Sánchez y protagonizada por Adriana Ugarte, Javier Rey y Eduardo Noriega.
Inspirada en hechos reales, ‘Hache’ cuenta el progresivo ascenso al poder de una mujer dentro de una organización criminal dedicada al narcotráfico en los años sesenta. El punto de partida es lo más sugerente que tiene la propuesta está todo muy cuidado, pero algo no termina de encajar.
Y es que , entre algunas escenas de sexo innecesario, y ciertas carencias narrativas el apartado técnico es lo que más brilla en la nuevo thriller de Netflix El etalonaje y la composición de las imágenes funcionan como un reloj para crear la ambientación oscura, inquietante y un poco decadente necesaria para encuadrar la historia. Los planos con mucho movimiento irregular para mostrar la tensión y nerviosismo de unos personajes correctamente interpretados (aunque todos sepamos que este reparto puede dar mucho, mucho más de sí) y una puesta en escena muy cuidada que tiene en mente hasta el color del vestuario de los personajes para marcar la evolución emocional de los personajes son los puntos fuertes de una producción que está bien, es muy correcta, pero podría haber sido muchísimo más.
Crítica escrita por Sandra Balsera, colaboradora de Programa Piloto