Perdidos en el espacio: Temporada 2 – Hacia lo desconocido

Que la segunda temporada de Perdidos en el espacio haya tardado en llegar más de la cuenta no significa que Netflix haya dejado de confiar en los Robinson. Tampoco que, como algunos apuntaban, sus responsables hayan querido gozar de unos meses extra para reformular una ficción que sigue apostando por la aventura sin paliativos, eludiendo sutilezas y manteniendo intacta su esencia recreativa.

La nueva versión de la mítica serie de ciencia ficción de los sesenta alza el vuelo sin hacer demasiado ruido pero como una producción de muchos quilates, dinámica en su desarrollo y espectacular en su puesta en escena. Los primeros compases de esta nueva tanda de episodios vuelven a capturar el alma de la ficción original haciendo honor a su título y continuando la historia de esta intrépida familia justo donde los dejamos, separados del resto de colonos y haciendo frente a lo desconocido con todo su coraje e ingenio.

Una situación límite que no se prolongará mucho, ya que la serie deja muy claro que John, Maureen y su prole dan mucho más juego formando parte de la misión de la Resolute que aislados en los confines del universo, adquiriendo un planteamiento comparable al de otras producciones como la fallida Tierra 2. Como era de esperar todos ellos tendrán un papel destacado en los acontecimientos que se avecinan y que afectarán al destino de aquellos que ansían llegar a Alfa Centauri, si bien el vínculo entre el joven Will y su robot volverá a constituir la piedra angular de un argumento que ha ido adquiriendo algo más de garra y que de alguna manera resulta más interesante.

Cabe decir que Perdidos en el espacio no se apresura a la hora de ofrecer respuestas a algunas de las grandes cuestiones que planteó en su debut, tales como el origen de la raza de máquinas que amenaza a la humanidad y los verdaderos motivos de su actitud agresiva. Aunque en ocasiones dé la impresión de que dosifica el relato en demasía, sí ofrece algunas revelaciones importantes gracias a la presencia de las nuevas incorporaciones al reparto, tripulantes involucrados en algunos de los asuntos más turbios de una misión que resulta no ser tan pulcra como presumía.

A las intrigas protagonizadas por Ben y Hastings hay que sumar la asidua presencia de la doctora Smith en cada nuevo enredo, dando muestras de su inagotable talento para la supervivencia y la manipulación. Parker Posey vuelve a dotar al personaje de una personalidad única y malévola, incomparable a la de cualquier otro personaje del plantel y en perpetua pugna con el espíritu incorruptible de los Robinson. Sus actos, que oscilan entre el bien y la maldad más retorcida, son a menudo imprevisibles y aportan tensión y complejidad a situaciones que en ocasiones son planteadas con cierta ingenuidad.

Al fin y al cabo Perdidos en el espacio es una serie amable, confeccionada para poder ser consumida por todo tipo de audiencias y que trata temas actuales que distan mucho de ser ciencia ficción. Esta extenuante odisea espacial no sólo versa sobre la salvación de la raza humana, también sobre el nuevo comienzo de una familia cuyos miembros han de aprender a confliar los unos en los otros para así superar cualquier obstáculo que se les presente. Sus protagonistas no son sino un matrimonio que lucha por recuperar la cohesión en base a unas metas comunes, un niño en pleno proceso de madurez y que hace frente a sus miedos más profundos, una adolescente que se vio forzada a ejercer de adulto demasiado pronto y otra que se siente desplazada sin advertir que su mayor virtud no reside en su intelecto sino en su humanidad, una cualidad que los suyos necesitan tanto como los conocimientos de astrofísica.

El viaje está lejos de concluir y el final abierto de la temporada anticipa nuevas y emocionantes aventuras y de paso deja un buen puñado de interrogantes. ¿Qué ha sido de la doctora Smith? ¿Murió Adler en su intento de salvar a Espantapájaros? ¿Cuál será el destino de aquellos tripulantes que no dieron el salto con la Júpiter capitaneada por Judy? ¿Qué le ocurrió a la nave Fortuna? Esperemos no tardar mucho en averiguarlo.

 

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