Cuando empezamos a jugar a Ghost of Tsushima tuvimos la impresión de que lo nuevo de Sucker Punch tenía todos los ingredientes para convertirse en una obra de carácter único. Al fin y al cabo, se trataba de un relato épico enmarcado en uno de los capítulos más dramáticos de la historia del Japón feudal y cuya conclusión no tendría por qué significar el comienzo de una saga como ocurrió con otras grandes licencias bajo el paraguas de Sony como God of War o Uncharted.
Sin embargo, el final de la aventura de Jin no sólo nos ha dejado instantes de lo más emocionantes sino también un puñado de pistas que nos han hecho conjeturar sobre cómo los responsables de este título podrían dar continuidad a la historia. Y es que teniendo en cuenta sus excelentes cifras de ventas –apenas unas semanas después de su lanzamiento el juego ya es el segundo exclusivo de PlayStation 4 más vendido en el mercado nipón- se nos hace difícil pensar que el estudio afincado en Washington no esté pensando en una segunda parte.
A continuación repasamos aquellos puntos del argumento que podrían servir para componer el punto de partida de un supuesto Ghost of Tsushima 2.
Como es natural, a partir de aquí hacemos mención a aspectos clave del cierre de la historia principal del juego, de modo que si no habéis llegado a los títulos de crédito os recomendamos no seguir leyendo.
El cruel castigo del salvador de Tsushima
Jin Sakai acabó sacrificándolo todo para derrotar a Khotun Khan y salvar a sus compatriotas en su hora más oscura. La brutalidad de sus tácticas y su rebeldía ante sus superiores hicieron que sus compañeros de armas le tildasen de traidor. De nada sirvieron sus innegables servicios a su país, el Fantasma de Tsushima no obtuvo más recompensa que el desprecio de sus semejantes, la derogación del apellido de su familia y la incautación de sus tierras y posesiones.
Marcado como un guerrero sin honor y condenado a ser perseguido de por vida, Jin deberá adaptarse a su nueva situación y planificar minuciosamente sus próximos pasos una vez completado su cometido. ¿Recuperar lo que es suyo por derecho? ¿Buscar la redención ante la inquisitiva mirada del Shogun? ¿Abandonar por siempre Tsushima y establecerse en un sitio nuevo? ¿Ganarse la vida con sus nuevas habilidades ahora que ya no es un samurái? Las posibilidades son muchas.
El guerrero y la ladrona
Si bien la sangrienta lucha de Jin contra los mongoles contó con el apoyo de figuras tan notables como la del Sensei Ishikawa, Masako Adachi o Norio, lo cierto es que ninguno de ellos consigue establecer un vínculo tan poderoso con el samurái como el de Yuna, la mujer que le salvó la vida tras la debacle de Komoda.
Esta ladrona no sólo enseña al señor Sakai que hay otras maneras de hacer daño al enemigo sin necesidad de lanzarse contra ellos a la desesperada, también presta apoyo al guerrero en las misiones más peligrosas y le ayuda a conseguir los aliados necesarios como para plantar cara al poderoso Khan.
Teniendo en cuenta que entre ellos se atisba algo más que mera amistad, tras erradicar de Tsushima hasta el último mongol ambos podrían acordar abandonar un lugar en el que ya no les queda nada. Con Taka muerto y las tierras de Jin requisadas, Yuna podría considerar de nuevo embarcar y probar fortuna muy lejos de allí. Un plan que podría ser muy conveniente para un fugitivo deseoso de cortar sus ataduras con el pasado.
El destino final del Señor Shimura
La insubordinación de Jin Sakai no pasó desapercibida para el Shogun, y a pesar de que su papel en la guerra resultó fundamental a la hora de expulsar a los mongoles de la isla y evitar que Khotun Khan continuase con su campaña bélica, la muerte del Fantasma de Tsushima se antojaba necesaria para mantener su autoridad en la región.
El Señor Shimura, mentor del joven protagonista, acababa siendo elegido para ser la mano ejecutora y segar la vida del que una vez fuera su protegido. Sin embargo, el dramático duelo entre ambos se saldaba con la victoria de Jin, que debía decidir si quitar la vida a su mentor para darle una muerte digna o dejarle vivir y confirmar su deshonor. A pesar de que la decisión del jugador apenas alteraba el final de la historia, elegir entre dejarle vivo o darle muerte podría ser un aspecto determinante a la hora de plantear una segunda parte.
En caso de perdonarle, Jin confesaba más tarde a su amiga Yuna que no creía que Shimura le fuese a dar caza. Pero la posibilidad está ahí, ya que el viejo samurái podría querer completar su misión a fin de ahorrarse su propia vergüenza y la de su familia. Para ello, por supuesto, sus desarrolladores deberían decantarse por este final y hacerlo canónico para no desestabilizar la narrativa, algo que es poco probable pero no imposible.
El ejército del Fantasma
Uno de los motivos por los que los samurái tienen tanto interés en acabar con Jin es precisamente porque sus hazañas no sólo han motivado a las gentes de Tsushima para luchar por sus tierras, también han inspirado a muchos de los soldados que llegaron para combatir a los mongoles que optaron por desertar para unirse a las filas del Fantasma.
Este ejército, creado en un principio para barrer a las fuerzas de ocupación de la isla tras la derrota del Khan, podría no disolverse tras la liberación de la región y servir a otros propósitos como luchar contra nuevas amenazas según las enseñanzas de aquel que una vez les salvó del enemigo sin acogerse al código del honor. Incluso podría ser considerado una seria amenaza por el Shogun, dando lugar a una guerra civil que siguiese ahondando en el trágico legado del libertador de Tsushima.
La amenaza mongola
La derrota de Khotun Khan no significaría el fin de las hostilidades entre su pueblo y los japoneses. De hecho, si nos ceñimos a la historia, tras la invasión de Tsushima e Iki las hordas mongolas desembarcaron en la Bahía de Hakata dando lugar a una colosal batalla en la que fueron repelidos definitivamente. Dado que Ghost of Tsushima utiliza sucesos reales para dar forma a un relato de ficción no sería descabellado que el equipo de desarrollo volviese a fijarse en este periodo tan convulso de la historia del país del sol naciente para dar continuidad al juego. Y es que salvar Japón de su más temible adversario sería un noble propósito para este héroe caído en desgracia e incluso la oportunidad de ser perdonado por todas y cada una de sus afrentas.