Análisis de Mafia: Definitive Edition – En el nombre del padre

Tan sólo un año después del lanzamiento de Grand Theft Auto III y todavía con la obra de Rockstar Games en boca de todos los chicos de Illusion Softworks presentaron en sociedad el primer Mafia, un título de culto que demostró que la fórmula de mundo abierto también estaba al servicio de propuestas más maduras, muy pendientes de la narrativa y volcadas en ofrecer una ambientación inmersiva y cuidada al detalle. Aquellos que lo disfrutaron en su día y que hoy siguen ligados al mundo de los videojuegos se habrán percatado a menudo de la influencia que ejerció el trabajo del estudio checo en un género que se ha estandarizado convirtiéndose en un referente para la industria.

Pero el tiempo no pasa en balde, y el camino recorrido desde principios del 2000 también ha sido largo y lleno de curvas. La tecnología ha avanzado a pasos agigantados y las mecánicas de los juegos de acción también han ido innovando, de ahí que clásicos como Mafia se hayan quedado cuanto menos desfasados en múltiples aspectos. Y ahí es donde entra en juego Hangar 13, que bajo el paraguas de 2K Games y tras firmar una notable tercera entrega de la franquicia se ha propuesto recuperar el título que lo empezó todo.

Como era de esperar, la antigüedad del juego original no invitaba a realizar una mera remasterización, tal y como ocurrió hace unos meses con Mafia II, de ahí que el equipo haya apostado por un remake en el que se ha vuelto a edificar la ciudad de Lost Heaven desde cero. El resultado, desde el punto de vista visual, es espectacular. Hablamos de un apartado gráfico a la altura de los grandes títulos de la generación, con modelados que rayan un gran nivel y una iluminación realmente exquisita, que contribuye al fotorrealismo y que gana muchos enteros en los niveles nocturnos, en los que se pueden apreciar efectos tan logrados como los reflejos en los charcos o la lluvia vista al trasluz de las farolas.

Sin embargo, la revisión de Mafia va mucho más allá, y es precisamente a la hora de respetar esa ambición cinematográfica del título de 2002 donde más brilla. El estudio ha rehecho todas y cada una de las cinemáticas a través de las cuales se desarrollaba la historia de Tommy Angelo, un taxista italoamericano que tras un encuentro fortuito con los hombres de confianza de Don Salieri acabará siendo aceptado en la familia para la que realizará todo tipo de actos delictivos. Gracias a una dirección muy cuidada y a las excelentes interpretaciones, el juego ha visto potenciada su vertiente narrativa, que sigue tomando como referencia cintas tan ilustres como El Padrino o Los intocables de Eliot Ness.

No sólo se han ampliado los diálogos y las secuencias, sino que además se han introducido nuevos matices en personajes como Paulie, Don Salieri o Sarah, la cual goza de una personalidad mucho más marcada alejándose de la vacuidad de su anterior versión como el interés romántico de Tommy. Todo cuanto se ha incorporado ha sido para bien, y aunque los principales eventos que condicionan el argumento se han mantenido invariables, no hay duda de que el relato se ha visto notablemente enriquecido.

Lo que sí nos ha sorprendido ha sido la fidelidad con la que Mafia: Definitive Edition ha dado forma a los distintos capítulos que conforman la campaña, ya que la mayoría de las tareas que deberemos llevar a cabo y nuestros objetivos son casi idénticos a los que tuvimos que completar hace casi dos décadas. Esto no significa que los niveles no hayan sido rediseñados para adecuarse a las nuevas mecánicas o simplemente para hacerlos un poco más emocionantes. Sólo hay que fijarse en el que transcurre en la granja, con un inicio mucho más pausado en el que el protagonista deberá explorar el escenario buscando pistas y un desenlace en el que la acción se dispara con una persecución inédita en la que interviene un vehículo blindado.

No son los únicos añadidos en una aventura en la que se ha procurado ofrecer variedad de situaciones y solventar algunos de los escasos desatinos del primer Mafia. Hablamos de esa carrera de bólidos que produjo pesadillas a tantos y tantos jugadores, que en esta ocasión se antoja más asequible gracias a una mejor optimización de los controles del vehículo. También del nivel de la prisión, que en su día fue acusado de romper la coherencia del título y que ahora ha ganado en contexto.

Como decíamos, el juego ha actualizado su jugabilidad con elementos importados de Mafia III y que en cierto modo resultan indispensables en todo juego de acción en tercera persona actual. Nos referimos al sistema de coberturas, que propicia tiroteos más realistas en los que no estamos tan expuestos ante el enemigo, y al uso del sigilo, dándonos la posibilidad de pasar desapercibidos en momentos puntuales e incluso de noquear a nuestros adversarios antes de que desenfunden sus armas. A esto hay que sumarle un nuevo combate cuerpo a cuerpo, tan simple como efectivo.

Por supuesto la conducción sigue teniendo un gran peso en la propuesta y podremos ponernos al volante de una gran cantidad de vehículos, a los que hay que sumar las nuevas motocicletas. Si los controles se sienten algo pesados no es por demérito del juego, que en su afán por ser respetuoso con la época en la que se enmarca tiene muy en cuenta la limitada maniobrabilidad de los automóviles en comparación a los modelos contemporáneos. De hecho, todos y cada uno de ellos se conducen de acuerdo a sus características, siendo muy importante seleccionar el más apropiado para la misión que nos hayan encomendado.

Recalcar que los automóviles a nuestra disposición lucen de maravilla, están llenos de detalles y exhiben ese efecto cromado tan característico de la saga. Merece la pena fijarse la manera tan comedida en la que se producen los desperfectos en la carrocería, en los cristales de los faros al encenderse o en el polvo que se adhiere a las ruedas cuando recorremos las afueras de Lost Heaven. Los conductores más apasionados incluso podrán seleccionar el cambio manual para que el juego se sienta más cercano a la simulación, para lo cual también aconsejamos iniciar la partida en el modo clásico. No será lo ideal para la mayoría de los jugadores pero agradará a los de la vieja escuela, ya que les obligará a ser más responsables al volante para que la policía no se les eche encima cada vez que sobrepasen el límite de velocidad o choquen con alguien.

Recorrer las calles de la ciudad es un verdadero deleite, ya que la recreación de una gran urbe de los años 30 es realmente maravillosa. Eso sí, no encontraréis misiones secundarias o puntos de interés dispersos en el mapa como en otros grandes sandbox, ya que Mafia: Definitive Edition rinde tributo al original centrándose enteramente en la historia de Tommy y evitando caer en otro tipo de distracciones. Lo que para algunos será todo un alivio otros lo podrán entender como un verdadero fiasco ya que tras las 10-15 horas que nos llevará completar los distintos episodios no tendremos mucho más que hacer más allá de recorrer la ciudad en el modo libre en busca de coleccionables de distinta índole. En todo caso, sus responsables han sido honestos desde un principio, dejando muy claras sus intenciones e incluso poniendo el juego a la venta a precio reducido, un incentivo de cara a su adquisición.

No son muchas las pegas que podemos ponerle a este remake más allá de un control algo tosco y que nos ha penalizado en algunos momentos en los que nos llovían las balas o algunos niveles que se perciben algo desfasados y que podrían haber sido objeto de una revisión más profunda, como el asalto a la mansión. También hay que hacer mención al motor gráfico utilizado, que pese a haber sido mejorado tras su uso en Mafia III sigue adoleciendo de cierta inestabilidad, de ahí que hayamos experimentado algunos errores molestos en las físicas así como en el apartado visual y sonoro.

Respecto a este último decir que se trata de uno de los puntos fuertes del juego, con una banda sonora fantástica y que infunde al relato de una gran melancolía, y un doblaje al castellano de muchísima calidad en el que volvemos a escuchar a algunos de los actores que dieron vida a estos mismos personajes como Richard del Olmo, que repite como Tommy.  

En conclusión, nuestro regreso al mundo del hampa nos ha dejado un gran sabor de boca. Mafia: Definitive Edition es uno de los mejores remakes que hemos podido probar no sólo por la devoción que transmite de principio a fin por un clásico inolvidable, sino por el enorme esfuerzo realizado para que luzca y se sienta como un juego actual. Nadie debería perdérselo, y menos si las entregas más recientes os sedujeron. Atención a su final, tal y como lo recordábamos pero ligeramente retocado para encajar a la perfección con los acontecimientos de la segunda entrega. Y hasta aquí podemos leer.

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