Análisis de Jade’s Ascension – Cuatro aspirantes para un único trono

En el lejano reino de Mojolonia existe una tradición. Cuando el Emperador debe ceder el trono se pone en marcha “el ascenso de Jade”, una prueba en la que aspirantes venidos de distintos rincones del imperio tendrán que demostrar que son dignos de suceder al soberano y continuar la dinastía.

El nuevo trabajo del estudio canario Papas con Mojo Games, que ha contado con el apoyo de la iniciativa PlayStation Talents, nos invita a sumergirnos en un frenético arcade con una acusada estética oriental y que rinde tributo a los llamados bullet hell, juegos que se caracterizan por los tiroteos contra múltiples enemigos que debemos esquivar hasta lograr acabar con todos ellos. Una aventura de acción que es posible afrontar en solitario o acompañados por hasta tres jugadores, con los que deberemos unir fuerzas para sobrevivir el máximo tiempo posible frente a las hordas de criaturas que tratarán de frenar nuestra ascensión por la llamada Torre de Jade.

La fórmula de Jade’s Ascension es de lo más sencilla. Nuestro personaje podrá desplazarse con libertad a lo largo y ancho de la arena de combate mientras que con el stick derecho orientaremos nuestros disparos para alcanzar a los adversarios que irán surgiendo desde cualquier flanco. Para evitar ser acorralados o recibir ataques a distancia, dispondremos de un botón para esquivar con el que nos haremos velozmente a un lado.

Los enemigos, que al igual que el resto de los elementos del juego cuentan con un diseño inspirado en la mitología china, van desde enormes sapos hasta dragones de fuego. Sus tipologías varían en función de los escenarios que visitemos, ya que aunque comenzaremos el juego en la torre principal según vayamos alcanzando pisos más altos se abrirán portales a través de los cuales podremos visitar otras torres elementales, todas ellas con su propio jefe final y cuya decoración corresponderá al agua, al fuego, a la tierra y a la madera. Los monstruos que poblarán estas áreas se unirán a los que son propios de la Torre de Jade una vez regresemos al escenario principal, de ahí que el reto sea mayor.

Algunos tratarán de lanzarnos objetos y magias y otros nos embestirán sin pudor. Dado el limitado espacio del que dispondremos para movernos será imprescindible ir acabando con ellos con presteza y sin dejar que nos arrinconen. Desde luego no todos sucumbirán con la misma facilidad, ya que encontraremos cangrejos que tras recibir algunos impactos se protegerán con su concha durante unos segundos o bulbos que caerán suavemente sobre nosotros sin que podamos acertarles antes de que lleguen al nivel del suelo.

Cada enemigo derrotado soltará monedas que podremos canjear en los puestos que aparecerán cuando superemos un puñado de niveles. En ellos podremos comprar objetos como escudos, torretas o torbellinos mágicos que podremos usar cuando las cosas se pongan feas, y mejorar nuestras habilidades sumando rango, salud y potencia de fuego. En nuestra experiencia, potenciar esto último en cuanto reunamos los fondos necesarios resulta vital para evitarnos quebraderos de cabeza.

En todo caso Jade’s Ascension no es un juego complicado, y eso que no es necesario subir muchos pisos para experimentar el grado más alto de su curva de dificultad. Incluso si optas por disfrutarlo en solitario te resultará bastante asequible, algo que por otro lado es de agradecer y más teniendo en cuenta que los títulos con un fuerte carácter cooperativo acostumbran a hacer de su experiencia algo frustrante para este tipo de jugadores. En todo caso, resulta obvio que la mejor manera de emprender la aventura es acompañado de tus amigos, siempre en local ya que no hay funciones online. Eso sí, las partidas resultan menos caóticas si el equipo consta de dos o tres personas en vez de cuatro, ya que los escenarios no son demasiado grandes y es preferible no saturar el campo de batalla para no convertir los enfrentamientos en algo caótico.

Es una lástima que la elección de personaje responda más a una cuestión estética que a un estilo de juego. Los diseños que se han llevado a cabo son realmente bonitos, pero más allá de su apariencia, sus animaciones a la hora de desplazarse o el color de su magia, no hay diferencia alguna entre ellos. Aunque entendemos que una producción como esta no goza de un presupuesto abultado, el hecho de que estos aspirantes a Emperador no cuenten con atributos propios se percibe como una oportunidad perdida ya que habría introducido variables muy interesantes en las partidas.

Por otro lado, la existencia de una única modalidad de juego se antoja algo escasa para una propuesta de estas características, que debería haber contado con desafíos más diversos con los que eludir la monotonía implícita en sus mecánicas. Un modo competitivo en el que batir las puntuaciones de otros jugadores o el clásico contrarreloj le habrían venido bien, por señalar algunos de los más recurrentes.

En el apartado técnico y visual, Jade’s Ascension nos deja buenas sensaciones. El título se juega con fluidez y es muy vistoso, alterando continuamente su paleta de colores según saltamos de una torre a otra. La única mácula destacable, ciertos bugs que hemos ido encontrando como enemigos que quedaban bloqueados en el suelo o el hecho de haber quedado varados en uno de los pisos tras liquidar a todas las criaturas sin que el juego nos permitiese continuar, lo que nos obligó a reiniciar nuestra primera partida… cuando íbamos por la planta 85.

El debut de Papas con Mojo Games en PlayStation 4 es cuanto menos prometedor. Jade’s Ascension es un eficaz pasatiempo para los amantes de la acción cooperativa más casual, y a pesar de sentirse algo más encorsetado de lo que debería nos garantiza muchas horas pegados a la pantalla por un precio (9,99€) algo menor al de otros juegos con el sello de PlayStation Talents.

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