Análisis de Spider-man: Miles Morales en tu amiga y vecina PlayStation 4

En un 2020 en el que los autodenominados Héroes más poderosos de la Tierra no han logrado dar la talla, los fans del universo Marvel decidieron volver a depositar sus esperanzas en Insomniac Games, el estudio que hace un par de años nos trajo la mejor aventura en solitario del arácnido y uno de los videojuegos más redondos de cuantos han explotado las licencias de La Casa de las Ideas. Si bien Spider-man: Miles Morales no es la continuación que muchos esperaban, este spin-off centrado en el personaje creado por Brian Michael Bendis y Sara Pichelli logra recuperar todo aquello que tanto nos gustó de la primera entrega añadiendo algunas pinceladas tanto en lo artístico como en lo jugable que le otorgan cierta personalidad.

Ahondar en los motivos de nuestro prematuro regreso a los cielos neoyorkinos pasa por explicar el papel de su protagonista en esta nueva historia. Miles, cuya asombrosa transformación ya fue revelada en los compases finales de Malvel’s Spider-man, ha sido tomado como pupilo por el mismísimo Peter Parker, que ha visto en el joven el potencial necesario para convertirse en el protector de la ciudad. Si bien en el juego original nos metíamos en la piel de un luchador nato que ya llevaba casi una década dedicado a su lucha contra el crimen, en esta ocasión nos pondremos a los mandos de un joven carente de experiencia, que deberá hacer frente a sus inseguridades y aprender a desarrollar sus poderes mientras destapa una conspiración que implica a la corporación Roxxon y a un grupo de terroristas equipados con alta tecnología que se hacen llamar los Underground.

Más allá de las amenazas a las que se tendrá que enfrentar cada vez que se enfunde el traje, Spider-man: Miles Morales vuelve a poner especial énfasis en mostrarnos la faceta más cotidiana del héroe. Recién mudado de Brooklyn a Harlem, Miles deberá lidiar con un entorno muy distinto al que conocía y que no sólo tendrá su peso en el argumento, también en el estilo de un juego más urbano y diverso que su antecesor. Este contexto social, unido a la perspectiva juvenil del protagonista, se hace sentir en la manera en la que se desarrolla la trama y determina la identidad de una aventura que por lo demás resulta muy continuista.

No encontraremos grandes cambios en el mapa, que trata de disimular su reciclaje apostando por un efectivo ambiente invernal colmado de decoración navideña, o en su fórmula jugable. Balancearnos entre los edificios, esquivar las ráfagas de nuestros enemigos, bloquearlos con nuestras telarañas, golpearlos con contundencia… las mecánicas básicas permanecen inalterables, lo cual en cierto modo garantiza que el título sea tan disfrutable como el original.

Como era de esperar las capacidades de este nuevo Spider-man propician que el sistema de combate se enriquezca con jugosos añadidos, principalmente en lo que respecta a las cargas bioeléctricas. Estas habilidades de Veneno proporcionan importantes ventajas en las peleas, posibilitando asestar golpes colosales a nuestros adversarios o aturdir a grupos enteros, y también nos posibilitan resolver sencillos rompecabezas en los que tendremos que dar electricidad a dispositivos o conectar diversos elementos ayudándonos de nuestras telarañas.

Por otro lado los poderes de Morales también le permiten volverse invisible a placer, lo que introduce algo más de profundidad en la infiltración y facilita evadirnos de aquellas peleas en las que las cosas se ponen muy cuesta arriba. A esto hay que sumarle que al igual que su mentor el “otro” Spidey no se corta un pelo a la hora de hacer uso de múltiples gadgets para causar estragos entre sus enemigos, desde hologramas que participarán en la batalla desviando parte de la atención de sus oponentes a minas explosivas. Según vayamos sumando experiencia, resolviendo delitos y recuperando piezas de tecnología, podremos ir progresando en el árbol de habilidades y completando nuestro arsenal para que el personaje cuente con los recursos necesarios para superar cualquier escollo.

Es cierto que la potencia de la que hace gala Miles una vez alcanza cierto nivel impide que estemos ante un desafío superlativo, lo cual no agradará a algunos jugadores. Sin embargo, en opinión del que escribe controlar a un luchador tan formidable resulta de lo más satisfactorio y evita el problema de algunos juegos de superhéroes en los que no tenemos la sensación de asumir el rol de un ser excepcional y de cualidades sobrehumanas, algo que se antoja fundamental y que determina nuestra inmersión en una experiencia de estas características.

Donde el juego no nos ha convencido del todo ha sido en el planteamiento de sus misiones, que pese a resultar entretenidas no acaban de brillar como deberían. En general se nota que al estudio le ha faltado ambición a la hora de abordar las situaciones y han preferido ir a lo seguro, de ahí que no haya muchas misiones o peleas contra jefes finales que sean especialmente memorables. Tal vez una entrega puente como esta hubiese merecido un mayor grado de experimentación, también en lo referente a las actividades de mundo abierto que siguen la pauta de lo visto en Marvel’s Spider-man. Hay muchas y a priori son bastante variadas, pero en cuanto acumulemos un puñado de horas de juego nos las sabremos al dedillo.

Dado que Spider-man: Miles Morales se ha promocionado con afán como uno de los juegos de lanzamiento de PlayStation 5, muchos se preguntarán si lo nuevo de Insomniac Games merece la pena en su antecesora, y si todas esas mejoras y funcionalidades inherentes a la next-gen condicionan irremediablemente la experiencia en caso de no haber dado todavía el salto a esta nueva plataforma. Pues bien, nosotros hemos tenido la oportunidad de probar en detalle la versión para PlayStation 4 y podemos afirmar con rotundidad que los poseedores de la consola disfrutarán mucho de una aventura espectacular, que posee el rendimiento y la factura técnica propia de las mejores producciones de los estudios de Sony. Las animaciones son una delicia, el detalle de los escenarios en los que tienen lugar las escenas de mayor carga narrativa es considerable y la iluminación vuelve a dejar el listón muy alto.

Spider-man: Miles Morales es en términos generales un título muy sólido y que consideramos una apuesta segura para los fans del personaje y para todos aquellos a los que les entusiasmó la primera parte. Tiene el carisma necesario y el suficiente contenido como para ser considerada una entrega independiente y no un mero refrito del primer juego, si bien entendemos que más de uno arrugue la nariz ante el lanzamiento de una propuesta tan conservadora -y bastante más breve que el original- a precio completo cuando se suponía que el modelo a seguir era el de Uncharted: El legado perdido.

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