PlayStation Talents sigue creciendo y sumando nuevos títulos a catálogo de PlayStation 4. En esta ocasión la iniciativa, volcada en apoyar a los estudios independientes que luchan a diario por visibilizar sus proyectos, nos trae el primer trabajo del estudio bilbaíno Crevice. Un juego de plataformas cuyas mecánicas giran en torno a los poderes magnéticos de un peculiar ser cuya misión no es otra que hacer acopio del mayor número de esferas posible antes de que el tiempo se agote.
Carente de cualquier tipo de narrativa, Waves Out! nos invita a superar un total de 13 desafíos que nos exigirán familiarizarnos con las habilidades de Magnetín y los diversos recursos cuyo uso nos facilitará cumplir los objetivos marcados. A pesar de que el tutorial se antoja un tanto efímero, lo cierto es que no tardaremos demasiado en aprender a desenvolvernos con el protagonista. Con pulsar un botón podremos imantarnos atrayendo aquellas esferas que se encuentren dispersas a nuestro alrededor, posibilitándonos arrastrarlas hasta unos puntos concretos del escenario en los que serán absorbidas y contabilizadas. La principal dificultad es que nuestro personaje tiene una capacidad de atracción limitada, y si abusamos de ella hasta agotar nuestro medidor sufrirá una suerte de cortocircuito quedando temporalmente inmóvil y perdiendo el control de sus preciadas posesiones.
Para facilitar nuestra labor deberemos ir recogiendo distintos ítems dispersos por los escenarios que restaurarán nuestro poder o prestarán electricidad a las torres magnéticas que podremos activar para reunir todas las esferas en un mismo punto, lo cual resulta de lo más práctico. También podremos invocar a los llamados minions, que durante un tiempo limitado harán que nuestro radio de alcance aumente considerablemente o multiplicará nuestra bonificación. Estos efectos deberemos irlos identificando durante la partida y según vayan apareciendo, ya que no existe ningún tipo de apoyo informativo que nos asista una vez el título vaya incorporando nuevas características.
Los escenarios en los que nos moveremos serán cerrados y contarán con diversas ubicaciones en las que podremos canjear las esferas que vayamos capturando. Si bien una de ellas será de fácil acceso habrá otras que exigirán algo más de pericia al jugador, ya que para llegar a ellas deberemos activar elevadores, subirnos a cintas transportadoras o saltar sobre trampolines que nos lanzarán con fuerza sobre plataformas de otro modo inalcanzables. Este sobresfuerzo tendrá su recompensa ya que al depositar nuestra carga en estos lugares la puntuación será mucho mayor, algo esencial si queremos superar cada prueba con el máximo de tres estrellas.
Como podéis ver, Waves Out! atesora grandes ideas que por desgracia no llegan a funcionar tan bien como deberían por culpa de un mal diseño de niveles que o bien convierte la experiencia algo muy poco desafiante o por el contrario acaba provocando cierta sensación de frustración. Además, a pesar de que la aventura consta de más de una decena de pruebas, éstas no serán más que modificaciones sobre un número muy limitado de escenarios base. Aunque responden a cinco entornos diferentes como una zona arbolada, una factoría o un solar en construcción, acaban por resultar repetitivos.
La jugabilidad tampoco nos ha dejado un buen sabor de boca, y es que pese a la sencillez de movimientos de la que hace gala Magnetín nos ha sorprendido la cantidad de veces que nos hemos quedado atascados en cavidades del tablero de juego de las que era imposible salir por mucho que utilizásemos el doble salto o las dificultades del muñeco para posarse sobre plataformas poco prominentes.
Si bien todos estos inconvenientes conllevan que la modalidad para un jugador no logre ser tan adictiva como debería, la cosa mejora cuando la fórmula se lleva al terreno competitivo. En esta modalidad, en la que dos jugadores pueden batirse para superar en puntuación a su oponente, radica el verdadero atractivo de Waves Out! Entorpecer a nuestro rival con cualquier potenciador a nuestro alcance y así arrebatarle las esferas a las que con tanto ahínco se aferra resulta divertido y sin duda debería de haber sido el pilar que hubiese sostenido toda la propuesta.
Existe una tercera vertiente dirigida a aquellos a los busquen un plus de dificultad, el modo supervivencia. Como os podéis imaginar, se trata de mantenerse en la partida el mayor tiempo posible añadiendo valiosos segundos a la cuenta atrás con cada nuevo orbe que consigamos.
En lo que respecta al apartado visual, el juego de Crevice luce bastante pobre. No solemos juzgar con severidad en lo estrictamente gráfico a los títulos con el sello de PlayStation Talents, ya que están firmados por equipos pequeños que no disponen del presupuesto y del bagaje de los estudios más punteros. Sin embargo, en los últimos meses muchas de estas obras nos han sorprendido con un diseño artístico muy cuidado y de gran calidad, con el que han sido capaces de suplir sus evidentes carencias técnicas. De ahí que consideremos que Waves Out! se queda por debajo de lo esperado, incapaz de destacar ni en lo uno ni en lo otro.
La música y los efectos de sonido sí revisten un mayor interés, ya que han sido compuestos íntegramente con la técnica del beatbox por el artista Boris Bringas, más conocido como Orodreth. El resultado es meritorio, aunque mentiríamos si no dijésemos que tras varias horas de juego puede resultar un poco cargante.
En conclusión, Waves Out! no logra ser una experiencia tan magnética como nos hubiese gustado. Su concepto prometía y algunas de sus mecánicas son atrayentes, sin embargo sus virtudes quedan ensombrecidas por un diseño poco acertado y unos valores audiovisuales que se quedan muy cortos. Su multijugador, la mejor baza del título para aquellos que no puedan resistir la atracción de una tarde repleta de rifirrafes.