Bob Odenkirk nos pegó a todos un buen susto. El 27 de julio, durante el rodaje de Better Call Saul, el actor se desvanecía y debía ser ingresado de urgencia en el hospital de Albuquerque por un problema cardiaco. Después de horas de silencio sobre su estado, una gran preocupación por parte de sus compañeros de profesión y un auténtico tsunami de buenos deseos por parte de la comunidad internautica, por fin llegaron buenas noticias.
“Podemos confirmar que Bob está en condición estable después de tener un problema de salud relacionado con el corazón” afirma el comunicado de los representantes del intérprete. “A él y a su familia les gustaría expresar su gratitud hacia los increíbles doctores y enfermeras cuidando de él, así como a su reparto, equipo y productores que han estado a su lado. A los Odenkirk también les gustaría agradecer a todos por la efusividad de los mensajes de apoyo y rogar privacidad en este momento mientras Bob trabaja en su recuperación”. Esta confirmación oficial venía precedida por un mensaje que el hijo del actor, Nate Odenkirk, compartió en Twitter: “Se va a poner bien”.
La producción de la temporada final de Better Call Saul comenzó en marzo de este año y se desconoce en qué estado se encontraba en el momento en el que el intérprete sufrió el desfallecimiento, aunque ya iba con retraso debido a la pandemia, estando previsto su estreno en el primer cuatrimestre de 2022. Se desconoce cómo afectará este problema de salud de Odenkirk a la producción, de modo que habrá que esperar para comprobar cuándo podrá reincorporarse al trabajo.