La Fortuna: la burocracia de la aventura

Amenábar cambia de tercio – al menos en apariencia- y deja de hablar de las dos Españas para centrarse en la aventura en La Fortuna, su nueva producción para Movistar+ protagonizada por Álvaro Mel, como el joven diplomático Álex Ventura, y Ana Polvorosa, en el papel de Lucía, su compañera de trabajo y aventuras. En ella, unos cazatesoros americanos encabezados por Stanley Tucci a los que les gusta verse como Indiana Jones, aunque tengan más de tío Gilito, se hacen con unas monedas de gran valor del barco español La Fortuna. A partir de aquí Álex y Lucía se esfuerzan en recuperar el patrimonio histórico.

Y uno podría pensar que nos encontramos ante una serie de persecuciones, saqueos, o investigaciones trepidantes. Pero lo cierto es que, a juzgar por los dos primeros episodios de la serie, el mayor enemigo al que se van a tener que enfrentar los dos protagonistas es el papeleo. Con la administración hemos topado, Sancho, que al fin de al cabo son funcionarios y casi que para ir al baño hay que rellenar un formulario y tener en cuenta los intereses políticos, los presupuestos y las influencias que supuran desde arriba.

Amenábar es un gran artesano cinematográfico y mantiene el pulso de la serie, pero también es cierto que tras el segundo episodio queda el regusto de que falta precisamente lo que nos habían prometido: la aventura, la sensación de maravilla. Y es que seamos sinceros, no hay nada menos aventurero y más prosaico que el papeleo administrativo y la jerga legal.

La Fortuna es una conjunción de luces y sombras: por un lado, un protagonista sin el suficiente empuje, por otro, a Karra Errejalde y Stanley Tucci; la sombra de la falta de aventuras que nos habían prometido, un director que sabe distraer tu atención de los fallos y entretener pese a todo. En definitiva, aún es muy pronto para decir dónde nos va a llevar el viaje o si será completamente satisfactorio, pero sí es lo suficientemente interesante para que, al menos, pique la curiosidad.

Deja un comentario