La compra de Activision Blizzard por parte de Microsoft ha conmocionado al sector de los videojuegos y ha agitado el mercado bursátil. La operación, que ascenderá a 68.700 millones de dólares, supone un golpe de efecto demoledor y una declaración de intenciones de una compañía que hace apenas un año integraba Bethesda a su ecosistema. Los de Redmond siguen reforzando su metaverso y apostando por el Game Pass como el modelo de negocio del futuro, si bien el servicio ya ha alcanzado los 25 millones de suscriptores.
A fin de reforzar su catálogo con algunas de las licencias más importantes de la industria, Phil Spencer se ha lanzado a la adquisición de este gigante del entretenimiento en el que parece el momento adecuado a tenor del momento tan delicado que atraviesa. Las bajas ventas de la última entrega de Call of Duty, la mala gestión de franquicias como Destiny y sobre todo las gravísimas acusaciones de acoso y discriminación entre sus filas, que apuntan directamente a su CEO Bobby Kotick, han allanado el terreno para un acuerdo que hace unos años tal vez hubiese sido inviable.
Si bien la intención de Microsoft es incorporar el mayor número posible de títulos al Game Pass, todavía no está claro de qué manera afectará esta compra a otras plataformas en las que los juegos de Activision Blizzard siempre han tenido gran presencia. El propio Spencer ha querido calmar los ánimos afirmando que su intención no es la de abandonar a estas comunidades, por lo que todavía habrá que esperar antes de hablar de exclusividades.
En todo caso, vamos a hacer un repaso de todas aquellas licencias que quedarían ligadas a la estrategia del gigante estadounidense.
Call of Duty
Que nadie se confunda. Que Call of Duty: Vanguard no haya alcanzado los objetivos marcados no significa que la franquicia esté muerta. Nada más lejos de la realidad, desde su debut en 2003 la licencia acumula más de 400 millones de copias vendidas. Además, el battle royale Warzone superó los 100 millones de jugadores colocándose entre los videojuegos competitivos más populares de la actualidad. Si los rumores son ciertos, este año llegará la segunda parte de Modern Warfare, precisamente una de las entregas más aplaudidas de los últimos años.
Warcraft
Con el tiempo la veterana saga de estrategia en tiempo real ha ido explorando otras fórmulas con las que atraer a más y más jugadores. Es el caso de World of Warcraft, considerado como el multijugador masivo por excelencia, que a día de hoy sigue actualizándose para regocijo de su vasta comunidad. También de Hearthstone: Heroes of Warcraft, el juego de cartas en línea inspirado en este universo y cuenta con una legión de fieles seguidores.
Crash Bandicoot
Quién nos iba a decir que el alocado marsupial podría acabar renegando de su pasado como mascota de PlayStation para abrazar el logo de Xbox. Tras años en el olvido, Vicarious Visions devolvió al personaje a la primera plana gracias a una estupenda colección que atesoraba sus tres primeras aventuras debidamente remasterizadas. Su éxito propició el lanzamiento de una revisión del divertidísimo Crash Team Racing y de una cuarta entrega que supo recuperar el espíritu de la saga. Crash tiene un gran futuro por delante, tanto que Activision podría estar desarrollando más de un juego de la licencia.
Overwatch
El proyecto frustrado de Blizzard renació cual ave fénix convirtiéndose en todo un fenómeno que logró redefinir la escena competitiva. Su propuesta, frenética y adictiva, ha seducido a los grandes profesionales de los esports que compiten en torneos retransmitidos en todo el planeta. No es casualidad que Overwatch 2 aparezca en todas las listas de los juegos más deseados. Fue anunciado a finales de 2019 pero parece estar teniendo un desarrollo más turbulento de lo previsto, lo que no ha hecho sino retrasar sus planes de lanzamiento iniciales.
Diablo
Otro viejo rockero y una verdadera institución en lo que a juegos de rol se refiere. La salida de Diablo II: Resurrected, la remasterización del clásico, no ha sido sino un aperitivo de lo que está por llegar. Diablo 4 promete dar a los amantes de esta fantasía tenebrosa justo lo que esperan de la saga, si bien sus responsables han admitido necesitar más tiempo para pulirlo por lo que no llegará antes de 2023. Tampoco nos olvidemos de Diablo Immortal, el RPG para móviles que si nada lo impide debería debutar durante la primera mitad del año.
Spyro the Dragon
El dragoncito tanteó su regreso en 2011 en forma de personaje jugable para el videojuego Skylanders, el Toys to life que se adelantó a la competencia gozando de un notable (y en cierto modo efímero) éxito. Los jugadores nunca se olvidaron de él, por eso Toys for Bob nos regaló Spyro: Reignited Trilogy, una impecable remasterización de sus tres primeras aventuras que al igual que ocurrió con Crash Bandicoot supo explotar la nostalgia de la comunidad.
Heroes of the Storm
No se puede acusar a Blizzard de no saber sacar todo el jugo a sus franquicias más reconocidas. Con Heroes of the Storm, un multijugador en línea que apostó por el modelo free to play, la compañía combinó a los grandes héroes de Warcraft, Starcraft, Overwatch, The Lost Vikings y Diablo. Por mucho que algunos le pongan la etiqueta de MOBA, lo cierto es que sus desarrolladores siempre han defendido el carácter único de su obra. Una obra que bebe de más de 20 años de historia del videojuego.
Candy Crush
Aunque muchos no lo sepan King Digital Entertainment, una empresa británica especializada en el desarrollo de juegos para móviles, es propiedad de Activision. Su catálogo incluye títulos como Bubble Witch, Pet Rescue o Diamond Diaries, pero ninguno tan popular como el adictivo Candy Crush. Quien no se haya pasado horas explotando caramelitos durante sus viajes en autobús que tire la primera piedra.
Guitar Hero / DJ Hero
Activision fue la principal culpable de que a comienzos de la década del 2000 muchos se dejasen llevar por el frenesí de los juegos musicales. Guitar Hero, lanzado para PlayStation 2 por Harmonix, fue el comienzo de una franquicia que acabó llegando a múltiples plataformas y encadenando entregas numeradas y otras ediciones dedicadas a bandas de culto como Aerosmith, Metallica o Van Halen. Más adelante, con Lady Gaga en todo su esplendor, llegó DJ Hero, que cambiaba la guitarra por la mesa de mezclas. Como cualquier otro fenómeno, la fiebre del guitarreo acabó pasando. Y aunque se intentó resucitar la licencia con Guitar Hero Live en 2015, ya nada fue lo mismo.
Y otros grandes olvidados
Aunque hayamos citado las licencias más jugosas de Activision Blizzard, su catálogo incluye muchos más juegos que tal vez algún día regresen con fuerza. De acción hay muchos y muy buenos, como Singularity, Soldier of Fortune, Prototype, SWAT o True Crime. De habilidad y velocidad, Tony Hawk’s Pro Skater y el incomprendido Blur. También de estrategia, sagas icónicas como Starcraft, Caesar o Empire Earth que nos dejan cierto sabor retro, tanto como The Lost Vikings, Hexen y Zork. Ah, y cuando el género de las aventuras gráficas vuelva a despuntar que nadie se olvide de King’s Quest, Space Quest, Gabriel Knight y Phantasmagoria. ¿Volverá alguna de ellas a la vida con el apoyo de Microsoft?