Por mucho que una servidora se empeñe en negarlo los 90 no fueron hace diez minutos, sino ya hace 30 años. Parémonos un momento a pensarlo. ¿Ya? Bien. Porque esa distancia es la que está provocando que titulares de los años mozos de los millenial se conviertan en ficción. Y no hubo momento más digno de pasar a la ficción: por lo absurdo, lo kistch, lo noventero y lo turbio que el escándalo de la cinta sexual de Tommy Lee y Pamela Anderson.
Protagonizada por Lily James (Downton Abbey, Yesterday) y Sebastian Stan (Falcon y el Soldado de Invierno), Pam & Tommy es divertida, inteligente y bastante mejor de lo que esperábamos muchos. Aunque en ocasiones la estética parece que vaya a jugarle en contra, bordeando la parodia vacía o el vouyerismo insensible, al final la interpretación de Stan y, sobre todo, de Lily James consigue dotar de la necesaria emoción y empatía lo que estamos viendo en pantalla.
La serie entreteje tres planos narrativos. El primero – al cual se dedica gran parte del primer episodio- es cómo llegó a las manos de Rand Gauthier (Seth Rogen) la cinta en cuestión y qué ocurre con ella. El segundo es la relación entre Pamela Anderson y Tommy Lee, que es de todo menos sana. Y el tercero son los medios, la opinión pública, y la diferencia del veredicto del juicio social con respecto a él y respecto a ella. Aquí es donde el discurso de la ficción se aleja más de la estética noventera para dejar claro su mensaje: lo que pasó con Pam no fue justo.
Y aquí es donde entra Lily James. La mímesis de la actriz con el personaje es casi completa. Con la ayuda del impresionante trabajo del equipo de caracterización, la actriz se transforma en el icono de los noventa. Stan también está fantástico, pero el personaje de Tommy es un caramelo, un campo abierto para dejar ir las excentricidades. James tiene que enfrentarse a otras sutilezas, porque si algo es vital para que esta serie funcione es que Pam no sea una caricatura, que sea un personaje redondo con el que el espectador pueda empatizar.
Lo consigue. Pam &Tommy tarda un episodio en arrancar, pero una vez lo hace te alegras de tener una suscripción a Disney+.