Las 12 películas de 2022 que no puedes dejar de ver

El 2022 ha sido un año crítico para la industria del cine. Doce meses que han supuesto la vuelta del público a las salas, el retorno a la cartelera de las grandes producciones y también el último y más cruento capítulo de la guerra entre las plataformas de streaming.

Mientras que distribuidoras como Paramount Pictures o Universal siguen acudiendo al circuito tradicional a la hora de estrenar sus títulos más punteros, servicios como Netflix o Disney+ han reforzado sus catálogos con películas que en otro tiempo habrían coronado las fachadas de las principales cadenas.

Pero el cine es cine, con independencia del lugar donde se disfrute, y lo cierto es que este año nosotros lo hemos disfrutado mucho. Por esa razón, a continuación os dejamos una selección de películas que no deberíais perderos.

El hombre del norte

Robert Eggers firma esta fascinante epopeya vikinga con tintes shakesperianos y protagonizada por un Alexander Skarsgard en su caracterización más intimidante hasta la fecha. El director de obras tan inquietantes como El faro y La bruja elabora una representación de la cultura nórdica sin romantizar, cruda y desgarradora. Un viaje entre la realidad y el folklore que invita al espectador interpretar el mundo a través de los ojos de los norteños, atendiendo a sus mitos y supersticiones.

El sastre de la mafia

Que Mark Rylance se haya convertido en el actor fetiche de directores de prestigio como Steven Spielberg no es casualidad. No hay más que ver su trabajo en la cinta de Graham Moore para darse cuenta de la calidad de su interpretación y su inusitada capacidad para llevar las riendas de cualquier producción desde un discreto segundo plano. El sastre de la mafia es un ejercicio teatral vestido de elegante cine noir, un relato colmado de suspense y en cuyos últimos compases aguardan inesperados giros.

Predator: La presa

Parece que los sucesivos intentos por volver a insuflar algo de aire a una franquicia que parecía agotada han dado sus frutos. La película de Dan Trachtenberg apela al espíritu de la cinta original mucho mejor que cualquiera de sus anodinas secuelas y nos presenta una historia de supervivencia extrema en la que una guerrera comanche deberá plantar cara al letal alienígena. Una emocionante aventura salpicada de acción y filmada en unos espectaculares entornos naturales que destilan autenticidad.

Elvis

El rey del rock and roll necesitaba una película como esta. Un biopic vibrante y excesivo que toma forma gracias a la vigorosa dirección de Baz Luhrmann, más interesado en explorar un fenómeno forjado a base de movimientos de cadera y momentos de pura epifanía musical que en indagar en sus años más oscuros. Un recorrido por la meteórica trayectoria de uno de los iconos culturales más importantes del siglo XX al que da vida el joven Austin Butler con inusitado mimetismo.

Las bestias (As bestas)

La de Rodrigo Sorogoyen es sin duda una de las películas más perturbadoras del año. Una obra desconcertante y por momentos aterradora magistralmente ambientada en una aldea gallega donde tendrá lugar el conflicto entre dos vecinos cuya convivencia se tornará violenta e insoportable. Denis Ménochet y Luis Zahera se marcan un duelo interpretativo de altura en un primer acto marcado por la tensión y que da lugar a una segunda mitad que navega por cauces más intimistas.

Top Gun: Maverick

La secuela tardía de la película de culto de 1986 ha sacudido la taquilla de medio mundo gracias a la nostalgia que atesora cada uno de sus fotogramas y al buen ojo de un Tom Cruise que no iba a perderse esta nueva exhibición aérea por nada del mundo. Reactores escupiendo fuego, gafas de sol Ray Ban, partidos en la playa… no falta nada de lo que hizo que Top Gun enamorase a toda una generación, que ha vuelto a recibir con los brazos abiertos este tributo a una manera de hacer cine en peligro de extinción.

Pinocho

En una época en la que la animación digital se ha convertido en la norma, no podemos dejar de alabar trabajos tan exquisitos y artesanales como Pinocho. Tal vez sea la enésima versión del popular cuento infantil, sin embargo Guillermo del Toro ha logrado insuflarle personalidad propia gracias a su estética de fantasía, su gusto por los aspectos más macabros del relato y por introducir múltiples subtextos de carácter social y político (esa Italia azotada por el fascismo de Mussolini) que la distinguen del resto.

Sin novedad en el frente

Edward Berger adapta la novela del alemán Erich María Remarque capturando toda su dureza y angustia. La historia de un joven soldado enviado al frente occidental durante la Primera Guerra Mundial y cuyo fervor patriótico no tardará en transformarse en verdadero terror al entrar en combate. Una cinta bélica fabulosamente realizada y que apela al realismo más visceral.

La maldición del hombre lobo

En un año en el que el género de los superhéroes ha recibido filmes tan notables como The Batman o Doctor Strange en el multiverso de la locura, quién nos iba a decir que sería la rareza de Michael Giacchino la que nos acabaría cautivando. Un homenaje a los clásicos del terror de la Hammer en el que cazadores de monstruos y grotescas criaturas libran su guerra al margen de los asuntos del Capitán América y sus asociados. Una extravagancia pulp con siniestros toques de humor y con Gael García Bernal a la cabeza.

Cerdita

Carlota Pereda dirige este slasher con pinceladas de comedia costumbrista y una furibunda crítica social. Basado en el cortometraje homónimo de 2018 Cerdita amplía su premisa y da rienda suelta a un relato descarnado y que se adentra en un terreno incómodo y vedado para producciones menos atrevidas. Imposible no verla con perversa complicidad.

Red

Tenía que ser Pixar quien nos trajese la sorpresa animada del año. Su insólito punto de partida, el de una niña que se convierte en un gigantesco panda rojo cada vez que se emociona demasiado, esconde un retrato de la adolescencia tan sincero como irreverente. Red rebosa ingenio y humor, un cóctel refrescante y con regusto noventero apto para todos los públicos y que viene a confirmar un cambio de paradigma en el cine familiar.

Avatar: El sentido del agua

Tal vez a James Cameron se le llene la boca en cada entrevista que realiza alabando la tecnología que Weta Workshop ha empleado en la película para lograr su alucinante acabado visual, pero lo cierto es que la segunda entrega de la exitosa franquicia no tiene rival en lo que se refiere a efectos especiales. Podrán acusarle de volver a echar mano de una historia muy manida y de introducir giros imposibles para rescatar algunos de los personajes de la primera entrega, sin embargo Avatar: El sentido del agua es pura magia digital, un espectáculo de los que piden a gritos disfrutarlo en pantalla grande.

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