La fantasía está de moda. Al menos en televisión: El señor de los anillos, La Casa del dragón, Willow, La rueda del tiempo… Las grandes producciones repletas de magia, elfos en tierras lejanas con una preocupante presencia de dragones se han llevado toda la atención de los medios. Y no solo en acción real, la animación no se ha quedado atrás.

La primera temporada de La leyenda de Vox Machina fue toda una revelación. Divertida, cumpliendo con todos los indispensables del género, pero con un toque irreverente. Esta segunda tanda de episodios pule ciertos aspectos. Es más ambiciosa, mejor y con mucho más equilibrada. Donde antes se veían un poco las costuras de la partida de rol – tampoco molestaba, seamos sinceros- en estos nuevos episodios se aprecia un sentido narrativo más cohesionado en el que se aprecian menos los vaivenes de los dados de la partida de rol que le sirve de base.

Esta segunda temporada continúa donde lo dejamos en los episodios anteriores, con los dragones del Cónclave cromático invadiendo Tal’Dorei y tomando control de la ciudad. Ya en el primer episodio se nota que La leyenda de Vox Machina continúa siendo divertida, descarada y caótica en el mejor sentido de la palabra. También que los enemigos son mayores y que – pese a que sea difícil por la cantidad de protagonistas- se intenta desarrollar a los personajes más allá de la caricatura entrañable.

Hay dragones, batallas, una búsqueda, magia y mucha acción. Y, sobre todo, sentido de la aventura.