Que el bueno de Ted llegase a Reino Unido sin tener ni idea de lo que es el balompié europeo no significa que los guionistas de la serie no hayan hecho los deberes. El equipo creativo de la exitosa comedia de Apple Tv+ ha tenido muy en cuenta algunos de los acontecimientos más importantes de los últimos años del planeta fútbol y ha estudiado con detenimiento el impacto de muchos de los nombres propios del deporte rey. Todo para dotar de verosimilitud a unas tramas que, por hilarantes que sean, contienen múltiples elementos que los aficionados habrán sabido reconocer.
Ahora que la tercera temporada ha llegado a su fin en el que parece ser el cierre definitivo de una serie que aspira a contar con algún spin-off, nos toca repasar todos aquellos momentos que lanzaron un guiño descarado a las portadas de la prensa deportiva.
El milagro del Leicester City
El final de la serie dejó al AFC Richmond a las puertas de lograr una de las mayores hazañas de la historia de la Premier League. Sólo el todopoderoso Manchester City privó a los chicos de Lasso de alzar un trofeo que parecía imposible durante los primeros compases del campeonato. En todo caso, la proeza de los Greyhounds nos recuerda a la del modesto Leicester City, que la temporada 2015-16 se proclamó campeón de la liga inglesa por primera vez en sus 132 años de existencia.
El conjunto comandado por Claudio Ranieri fue la viva imagen de David contra Goliat, pues alcanzaron la gloria adelantando en la clasificación a equipos repletos de estrellas como el Liverpool, el Chelsea o el Manchester United. Un milagro de los que apenas se ven en el fútbol, y más teniendo en cuenta que el Leicester, un conjunto que no puede rivalizar en presupuesto con los “grandes” de su país, formó el equipo a precio de saldo. Ellos, como la plantilla del Richmond, nunca dejaron de creer.
El proyecto frustrado de la Superliga
No sabemos si Florentino Pérez está suscrito a Apple TV+ y si acostumbra a ver los episodios de Ted Lasso antes de acostarse, pero de ser así apostamos a que no le habrá hecho ninguna gracia que le comparen con Edwin Akufo, uno de los personajes más detestables de la serie junto a Rupert Mannion. El multimillonario africano, que en la tercera temporada ha hecho todo cuanto está en su mano por hacer la vida imposible a Sam, regresa a Reino Unido para hacer una propuesta a los principales dueños de los clubes ingleses.
Dicho proyecto, por mucho que difiera en su denominación, es en esencia esa Superliga que el presidente del Real Madrid presentó en 2021 con el apoyo de los dirigentes de doce de los equipos más importantes del viejo continente. Una competición que buscaba insuflar algo de oxígeno a un modelo económico en declive enfrentando con más asiduidad a los equipos más punteros y por ende a los mejores futbolistas. Ni que decir tiene que semejante idea despertó la ira de la UEFA y la FIFA, que no dudaron en amenazar con graves sanciones a todos aquellos que la respaldasen. Ted Lasso no ha dudado en posicionarse en contra de la Superliga a través de un apasionado discurso de Rebecca Welton, que anteponía la responsabilidad de los clubes con los aficionados frente al aumento exponencial de los ingresos.
El joven futbolista que no quiso mentir más
La homosexualidad en el fútbol masculino sigue siendo un tema tabú en el mundo del balompié. Son muy pocos los jugadores que se han declarado abiertamente homosexuales, temerosos de la respuesta de las instituciones, de sus propios compañeros de vestuario y de los aficionados. A pesar de que la FIFA no ha sido capaz de erradicar por completo las situaciones de homofobia en los estadios, algunos profesionales han querido hablar de su orientación sexual con la esperanza de allanar el camino a muchos otros. Uno de los casos más mediáticos de los últimos años ha sido el de Jake Daniels, un joven delantero del Blackpool que se convirtió en el primer jugador de Europa en declararse gay desde 1990, lo que fue definido por leyendas como Gary Neville o Jaime Carragher como una de las noticias más importantes del fútbol británico. “Soy gay, no quiero mentir más”, afirmó en una entrevista a Sky Sport.
Su historia, al igual que la del australiano Josh Cavallo o la del estadounidense David Testo, ha sido sin duda una fuente de inspiración a la hora de escribir la trama de Colin Hughes, que en la temporada final revelaba su condición a todo el vestuario recibiendo el apoyo incondicional de sus compañeros y del cuerpo técnico. Una escena tan emotiva como inspiracional, que se permite soñar con un futuro mejor para este deporte.
La agresión de Cantona a un hincha que sacudió el fútbol
La salida del armario de Colin supuso una verdadera conmoción para Isaac, uno de los primeros en enterarse tras descubrir unas fotos comprometedoras en el móvil del jugador. El capitán del equipo estuvo afectado emocionalmente durante días, al entender que había sido objeto de un engaño mayúsculo por parte de su colega. La amistad entre ambos acabó imponiéndose, pero antes de eso McAdoo protagonizó un altercado en el estadio después de que un aficionado le profiriese un insulto homófobo, llegando a saltar a las gradas con la intención agredir al hincha.
Si bien la sangre no llegó al río, la escena nos recordó a la agresión de Éric Cantona en 1995 a un hooligan del Crystal Palace, cuando vestía la camiseta del Manchester United. El temperamental futbolista de origen francés, que fue expulsado en el minuto 3 de la segunda parte tras una acción violenta sobre el defensor Richard Shaw, no dudó en lanzar una patada voladora a un hincha que según testigos increpó al futbolista con comentarios xenófobos mientras se dirigía a la caseta. Semejante acción hizo temblar los cimientos del fútbol y acarreó duras sanciones, nada menos que 9 meses alejado de los terrenos de juego, 120 horas de trabajo comunitario y 30.000 dólares de multa. Lejos de arrepentirse, este icono de la década de los 90 llegó a afirmar en una entrevista que solo lamentaba no haberlo pateado más fuerte. “Me sentí genial. Aprendí de ello y creo que él también”. Cantona, genio y figura.
El origen del “tiquitaca”
La nefasta racha de resultados del AFC Richmond en la Premier League es enmendada gracias a un momento de clarividencia del entrenador durante su escapada a Ámsterdam, frente a un cuenco patatas fritas y una torre de aros de cebolla. Pese al enorme mérito que conllevó redefinir el estilo de juego del equipo para devolverle a la senda de la victoria, lo cierto es que Lasso no figurará en los libros de historia como el inventor del llamado “fútbol total”. Este sistema, que consiste en que cualquier jugador al abandonar su posición ha de ser sustituido por un compañero a fin de conservar la estructura táctica mientras presionas al rival, tuvo a Rinus Michels como máximo impulsor. El técnico neerlandés alcanzó la excelencia futbolística con “la naranja mecánica”, considerado como uno de los mejores equipos de la historia y que contaba con Johan Cruyff en su alineación. Sus años como futbolista en el Ajax de Ámsterdam y la Selección de los Países Bajos (efectivamente la localización del episodio no era casual) moldearon su concepto de fútbol, llevándolo a su máxima expresión en su etapa en los banquillos.
Un nuevo modelo que con el tiempo otros entrenadores quisieron implantar en sus equipos en mayor o menor medida, como Arrigo Sacchi, Guus Hiddink o Pep Guardiola. Al periodista deportivo Andrés Montes le debemos el vocablo “tiquitaca”, con el que se refería al juego de toque del que hacía gala el combinado español en su etapa más gloriosa, heredero de ese estilo que fascinó en los setenta y ochenta y que fue el germen del fútbol moderno.
No digas Ibra, llámale Zava
Son varios los futbolistas de la serie cuya caracterización se inspira en jugadores reales. Es el caso de Roy Kent, para el que tomaron prestados el físico y el temperamento de Roy Keane, toda una leyenda del Manchester United. Sin embargo, Ted Lasso alberga un paralelismo aún más llamativo, el de Zava y la superestrella sueca Zlatan Ibrahimovic.
La tercera temporada comienza presentándonos al que se convierte en el fichaje más mediático del Richmond, un ídolo futbolístico cuya fisionomía y carácter egocéntrico coinciden a la perfección con los del veterano delantero. Es cierto que los guionistas han querido suavizar la imagen de un futbolista que acostumbra a estar siempre en el ojo del huracán, acumulando más y más polémicas en torno a su figura, pero por lo demás en ningún momento tratan de disimular de quién se trata en realidad. Toda una máquina de hacer goles que, eso sí, requiere a un equipo comprometido con su juego.