Películas muy parecidas que se estrenaron a la vez

Son muchos los casos en los que los grandes estudios han rivalizado entre sí a la hora de poner en marcha proyectos cuya premisa guardaba no pocas similitudes con los de la competencia. Al fin y al cabo, hablamos de una industria voraz, siempre a la caza de buenas ideas y que anhela explotar aquellas materias que se encuentran de rabiosa actualidad, lo que en ocasiones lleva a sus dirigentes a emprender verdaderas carreras por ser los primeros en plantar sus títulos en la cartelera de los cines y llegar al público.  

Muchos recordamos cuando a principios de los 2000 el afamado productor Dino De Laurentiis quiso llevar a la gran pantalla la vida y obra de Alejandro Magno, una superproducción que iba a contar con Baz Luhrmann tras las cámaras y Leonardo DiCaprio en el papel del legendario conquistador. Empeñado en sacar adelante la película, al italiano no le tembló el pulso ni siquiera al conocer que Intermedia Films se disponía a lanzar su propio biopic en torno a la figura del monarca con Oliver Stone a la cabeza, un filme que acabó protagonizando el irlandés Colin Farrell.  

El destino quiso que sólo esta última llegase a materializarse, pero lo cierto es que en los últimos años hemos visto muchas cintas disputarse el favor de los espectadores aunque eso significase exhibirse con apenas unos meses de diferencia. A continuación vamos a repasar algunos de los estrenos que aterrizaron en las salas y que no pudieron disimular sus evidentes rasgos comunes.

Deep Impact vs. Armageddon (1998)  

Más allá del enorme asteroide que amenazaba con segar toda vida en el planeta Tierra, eran muy pocas las cosas que Deep Impact y Armageddon tenían en común. La primera, que contaba con un reparto plagado de actores del talento de Morgan Freeman, Robert Duvall, Vanessa Redgrave o Elijah Wood, apostó por un planteamiento más introspectivo, en el que cada personaje afrontaba la inminente catástrofe de una determinada manera. Por el contrario, la cinta de Michael Bay era todo lo que se podía esperar de un blockbuster veraniego. Una propuesta en la línea del cine de catástrofes más efectista con un Bruce Willis consagrado como héroe de acción. La película, que contaba con estrellas como Ben Affleck, Liv Tyler o Billy Bob Thorton, también contaba con grandes dosis de humor gamberro, ingredientes a los que el gran público no pudo resistirse.  

Un pueblo llamado Dante’s Peak vs. Volcano (1997)  

A finales de los noventa las pantallas de cine no cejaron de escupir rocas y magma gracias a estas dos cintas catastrofistas en las que la amenaza no era otra que un volcán en plena erupción. Tal vez la más recordada sea Un pueblo llamado Dante’s Peak, en la que un carismático Pierce Brosnan encarnaba a un vulcanólogo que trataba de convencer a las gentes de una pequeña localidad del noroeste de que su montaña estaba a punto de estallar. Sus notables efectos visuales y un último acto trepidante la convirtieron en uno de los estrenos más comentados de la primera mitad del año. Pocos meses después llegaba a la cartelera Volcano, una propuesta más convencional pero no carente de ritmo en la que el desastre tenía lugar en la ciudad de Los Angeles. El filme estuvo capitaneado por Tommy Lee Jones, acompañado por Don Cheadle y Anne Heche.

El truco final (El prestigio) vs. El ilusionista (2006)  

Dos grandes películas que no se parecían en nada más allá de su gusto por los espectáculos de prestidigitación. Con El truco final (El prestigio) el director Christopher Nolan daba pistas de lo que estaba por venir, una cinta en la que fue capaz de reunir un reparto extraordinario con nombres como Hugh Jackman, Christian Bale, Scarlett Johansson y Michael Caine para contarnos una historia de obsesión en la que dos magos rivalizaban por lograr ese truco definitivo que les catapultase a lo más alto de su profesión. La otra cara de la moneda la teníamos en la obra de Neil Burger, que contó con Edward Norton y Jessica Biel como cabezas de cartel, sin olvidarnos de secundarios de auténtico lujo como Paul Giamatti y Rufus Sewell. El ilusionista abordaba la historia del misterioso Eisenheim con cierto romanticismo, envolviéndola en una atmósfera tan elegante y bucólica que por momentos daba la impresión de estar ante un cuento que había cobrado vida.  

Gru: Mi villano favorito vs. Megamind (2010)  

La trayectoria de Illumination Entertainment, actualmente una de las productoras de animación más exitosos de la industria, no pudo empezar con mejor pie. Su primer proyecto, titulado Gru: Mi villano favorito fue un notable éxito en taquilla que propició dos secuelas y otros tantos spin-off centrados en los Minions, esos adorables esbirros de piel amarillenta que se convirtieron en un fenómeno de masas. La historia de un ingenioso malhechor al que acababan robando el corazón tres huerfanitas tuvo que competir con la poderosa DreamWorks, a la que también se le ocurrió la idea de otorgar a un villano el rol de protagonista de su nueva película. Lo cierto es que Megamind fue la clara perdedora de la contienda, sin embargo merece la pena reivindicarla gracias a su humor mordaz y a su afán paródico en lo referente al género de los superhéroes.

Blancanieves y la leyenda del Cazador vs. Blancanieves (Mirror, Mirror) (2006)  

Por mucho que ambos proyectos buscasen devolver a la gran pantalla al popular personaje de los hermanos Grimm, lo cierto es que el verdadero duelo lo libraron las madrastras de la que una vez fuera princesa Disney. En Blancanieves y la leyenda del Cazador era Charlize Theron la encargada de hechizarnos, ya que su magnética presencia resultó ser lo más memorable de esta cinta de aventuras que trató de hacernos creer que sólo Kristen Stewart podía superarla en belleza. Respecto a la cinta de Tarsem Singh, el proyecto contó con el reclamo de Julia Roberts en el papel de la villana, obcecada en su deseo de arrebatar el trono a la Blancanieves de la emergente Lily Collins. Cabe decir que Mirror, Mirror fue una versión más colorida y juvenil que la anterior, introduciendo una mayor carga de comedia al relato.  

Bichos: Una aventura en miniatura vs. Antz (Hormigaz) (1998)  

Hasta hace muy poco Bichos: Una aventura en miniatura tenía el dudoso honor de ser el mayor pinchazo de Pixar en taquilla. Tras revolucionar la industria con Toy Story, el estudio californiano sufrió un duro revés al no conseguir arrastrar al público a las salas con esta divertida versión de Los siete samuráis en la que una intrépida hormiga va en busca de ayuda para derrotar a un grupo de saltamontes que lleva años oprimiendo a su colonia. Buena culpa de que la cinta de John Lasseter y Andrew Stanton no interesase a la audiencia la tuvo Antz, un proyecto de DreamWorks que tuvo la audacia de llegar a la cartelera unas semanas antes que su rival. Más allá de una sonada guerra mediática en la que llovieron acusaciones de plagio, lo cierto es que esta cinta contaba con un estilo visual muy distinto y estaba dirigida a un público más adulto. Al fin y al cabo se trataba de la historia de una hormiga que decide rebelarse contra el sistema, una premisa que daba pie a unos diálogos agudos y unos gags repletos de ironía e ingenio.  

Objetivo: La Casa Blanca vs. Asalto al poder (2013)  

Si a Roland Emmerich no le bastó con volar la Casa Blanca en mil pedazos con un rayo alienígena, en 2013 tuvo la osadía de llenarla de agujeros de bala con la película de acción Asalto al poder, en la que un grupo de mercenarios fuertemente armados irrumpían en la residencia presidencial. Un divertimento descerebrado en el que Channing Tatum y Jamie Foxx debían salvar el día, uno como un agente de policía con la misma camiseta de tirantes que John McClane y otro como el Presidente de los Estados Unidos. La otra cara de la moneda se tituló Objetivo: La Casa Blanca, estuvo dirigida por Antoine Fuqua y contó con Gerard Butler y Aaron Eckhart en unos roles similares a los de Tatum y Foxx. En esta ocasión era un comando norcoreano el que causaba estragos en el emblemático edificio. Pese a ser una amalgama de tópicos del género lograba lo que se proponía con una eficacia innegable, de ahí que se convirtiese en una franquicia que acumuló dos entregas más.  

Pinocho vs. Pinocho (2022)  

Otro personaje de cuento que regresó a las pantallas por partida doble pero atendiendo a visiones creativas muy diferentes. La de Robert Zemeckis, que se estrenó directamente en la plataforma Disney+, fue una nueva adaptación de un clásico de la compañía del ratón en formato live action. Es decir, proyectos en los que actores reales acompañados de una buena ración de CGI reproducen los grandes éxitos animados, en la mayoría de los casos tratando de actualizar algunos aspectos de la narrativa. Una película deleitable, que no llevaba a engaño y que contaba con el mismísimo Tom Hanks en el papel del bueno de Geppetto. Sin embargo, la versión de Guillermo del Toro fue harina de otro costal. Valiéndose de la técnica del stop motion, el responsable de cintas como El laberinto del fauno nos cautivó con una película mucho más atrevida y madura, cautivadora en lo artístico y rebosante de personalidad. Una grata sorpresa teniendo en cuenta el material tan manido en el que se basaba.  

Misión a Marte vs. Planeta rojo (2000)  

Ni siquiera un director del prestigio de Brian de Palma pudo evitar estrellarse contra el planeta rojo durante la fiebre marciana que sacudió el género de la ciencia ficción a comienzos de siglo. Pese a contar con actores tan interesantes como Gary Sinise, Tim Robbins o Connie Nielsen y una puesta en escena diseñada con cierto rigor científico, Misión a Marte acabó perdiéndose en tediosas reflexiones metafísicas que no convencieron ni a la crítica ni al público. Tampoco se salvó Planeta rojo, la que acabó siendo la única película en la filmografía de Antony Hoffman. Val Kilmer y Carrie-Anne Moss encabezaban el cartel de una película olvidable sobre una accidentada misión espacial que pretendía la terraformación de Marte. Ni que decir tiene que fracasó estrepitosamente en taquilla.

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