Viene siendo habitual en los últimos años que EA, amparada en el poderío de su simulador futbolístico, lance al mercado nuevas entregas coincidiendo con las grandes citas de este deporte y que se entremezclan con la vida útil de la edición anual de FIFA. Ahora llega el Mundial de Brasil y viene con su juego oficial bajo el brazo, por lo que la pregunta de los jugadores siempre es la misma, ¿merece la pena comprarlo teniendo ya en mi estantería FIFA 14? ¿Está justificado adquirirlo o es mejor esperar a septiembre para que haya más margen a novedades? Pues vamos a verlo.
Lo primero que hay que decir es que Copa Mundial de la FIFA Brasil 2014 está dedicado a aquellos que estén ávidos por sumergirse en toda la fiesta, colorido y emoción que solo cita más prestigiosa del mundo del fútbol puede ofrecer. Para ello, tratará de conquistar a su público desde un primer momento por los ojos, gracias a una licencia que permite vestir el menú de juego y los partidos con los logos y las creatividades que pronto veremos en todas las pantallas del mundo hasta la saciedad. Y la verdad, el dinamismo y la belleza de este aspecto del juego está fuera de toda duda, siendo fácil sentirnos en mitad de este gran evento.
Pero por supuesto, un título no solo puede presumir de carcasa, tiene que demostrar que tiene los suficientes modos como paraproporcionar un buen número de horas de diversion acordes con el precio del producto, nada menos que 69,99 euros que confirman que aquel descargable de hace unos años de la Eurocopa 2012 correspondía a un modelo muy poco rentable para la compañía y que no acabó de cuajar en parte por la falta de añadidos.
Los principales modos de juego son desde luego los que nos llevarán a competir con nuestra selección por la Copa del Mundo, pudiendo elegir entre encarar la competición desde el inicio, es decir, afrontando las fases previas y las posibles repescas configurando nuestra alineación definitiva partido a partido, o directamente comenzar en Brasil entre los mejores. Destaca el sistema de entrenamientos entre los partidos para mejorar los atributos de nuestros titulares que creamos que se deben potenciar.
La inclusión de estas opciones es fundamental, de ahí que no sorprendan, pero sí es grato comprobar que el juego se nutre de una base de datos de 203 selecciones y 7.000 jugadores. Eso sí, mientras que entre los combinados no hay ninguna ausencia y mejora notablemente la limitada recopilación de FIFA 14, habrá muchos que echarán en falta algunos jugadores a la hora de configurar sus alineaciones, pues incluso entre los grandes equipos deberemos elegir entre un máximo de 40 nombres.
Merece la pena comentar entre los modos para un jugador una variante del ya clásico modo en FIFA en el que controlaremos a un solo jugador, que ahora deberá pelear para ganarse la capitanía del equipo con sus actuaciones. Más criticada ha sido la imposibilidad de crear torneos personalizados, algo que con tantas selecciones y de tan diferente condición hubiese sido interesante. Para remediarlo, se ha procurado poner un toque nostálgico a esta entrega con desafíos en partidos históricos donde deberemos forzar un resultado concreto y que más adelante sera ampliado con los duelos más emblemáticos del Mundial de Brasil una vez se haya celebrado.
Por lo demás, vuelven los divertidos (y exigentes) minijuegos de las últimas ediciones y el modo online donde competiremos con otros jugadores superando una serie de rondas mundialistas o recorreremos los estadios brasileños subiendo de categoría.
En cuanto a la jugabilidad, muy pocos cambios como era de esperar. Hay animaciones mejoradas, algunas capturadas de la versión next gen, y una sensación más pesada en el balón, nada especialmente significativo aunque al probarlo sí que tundrás esa sensación de que algo es diferente y necesitarás de algunos partidos para habituarte al nuevo ritmo. Tal vez se deba a un cierto toque arcade incluido para potenciar la diversion y dar más peso a las carreras y al juego con balón, lo cual no se les puede reprochar.
La ambientación, como hemos dicho, ha sido revisada. Se han reproducido los principales seleccionadores nacionales que viven los partidos desde el banquillo, los rostros de los grandes jugadores han sido retocados y se han añadiendo efectos a los estadios y cortes en los que veremos a los aficionados sufrir y celebrar cada evento del encuentro, ya sea desde las gradas o desde diferentes lugares del mundo. En general se agradece, aunque lamentablemente tras varias horas de juego se notará todo muy genérico, a veces nos costará ver a esos aficionados de La Roja tan poco autóctonos y no nos libraremos de algunas escenas un tanto abochornantes como contemplar cómo nuestros jugadores vocalizan “cantando” nuestro himno.
Más adecuado es el apartado sonoro, con comentarios actualizados para la ocasión y una banda sonora que hace honor a los ritmos del país donde se celebrará esta fiesta del fútbol.
¿Cuál es la conclusión? Pues que el título será una compra acertada dependiendo de vuestro entusiasmo. Si llevábais cuatro años contando los días para volver a disfrutar de los jugadores más prestigiosos de cada continente y duelos de ensueño, es probable que queráis empezar a vivirlo ya desde el salón de casa. Si no es el caso, las escasas novedades respecto a FIFA 14 hacen difícil recomendar su compra incondicional.