Justificar el lanzamiento de God of War III Remasterizado es un tanto problemático, aunque en primer lugar deberíamos dar al César lo que es del César. Hay que tener en cuenta que si hiciésemos una lista de aquellos juegos propios de PlayStation 3 que por su indiscutible calidad tendrían un hueco en la next gen, con toda seguridad entre ellos aparecería el título de SCE Santa Monica Studio.

El capítulo final de la historia de venganza del Fantasma de Esparta es sin duda la entrega más brutal y absorbente de todas, con un diseño y una puesta en escena ejemplares, un sistema de combate muy rico y un apartado técnico que todavía hoy puede rivalizar con casi cualquier gran producción.

Dicho apartado, como era de esperar, ha sido potenciado gracias a las bondades del hardware de PS4, posibilitando que el juego corra a 60 imágenes por segundo perfectamente estables y a los casi obligados 1080p, lo cual se nota y mucho desde el minuto uno. Y en verdad es una delicia, ya sea a nivel visual por la gran fluidez de las animaciones y de esos ataques con las espadas llameantes de Kratos, como en la respuesta de los controles.

Es, sin duda, la gran virtud de este lavado de cara en el que por el contrario no parece que se hayan esforzado en demasía a la hora de retocar las texturas de los personajes y los escenarios así como los efectos, de hecho es en algunos de ellos como el fuego o el humo donde más notamos que se trata de un juego con un lustro a sus espaldas.

También queda patente en las escenas de vídeo, que han quedado prácticamente sin tratamiento haciendo que luzcan un pasito por detrás de las secuencias jugables, llegando incluso a acusar cierto bajón en el framerate. Por suerte, mejor sabor de boca deja la iluminación, que sí luce mejoras en muchos puntos de la aventura que enriquecen en especial los tramos bajo tierra y los fondos de los paisajes.

Pese a que en su conjunto God of War III siga mostrándose muy sólido, puede que la principal carencia de esta edición no esté en su campaña principal, que sigue siendo muy disfrutable ofreciendo unas 10 horas de acción y rompecabezas con momentos tan impactantes como el combate con Poseidón, el titán Cronos o el mismísimo Zeus, sino en los extras que se presuponen en un producto de estas características.

Se han incluido los DLCs que fueron saliendo tras su lanzamiento, básicamente nuevas apariencias para el protagonista y algunos retos, aunque todos y cada uno de ellos muy lejos de ser verdaderamente reseñables. Aparte, también se puede hacer uso del modo foto que ya forma parte de todos los grandes que aterrizan en PS4 aunque con algunas limitaciones, ya que al ser un juego con una vista prefijada nuestra capacidad para enfocar y realizar instantáneas de gran espectacularidad se antoja algo más complicado que, por ejemplo, en un shooter.

La llegada de la remasterización de God of War III responde a las mismas pretensiones por parte de la editora que en los casos de The Last of Us o el inminente Uncharted Trilogy, llevar algunos de los juegos más potentes del catálogo de exclusividades de PS3 a su consola de nueva generación con el fin de ponérselos en bandeja a aquellos que hayan dado el salto a las sobremesa de Sony de manera reciente y que en su día no pudieron disfrutarlos.

Por esta razón, la conclusión de la historia de Kratos para la nueva generación, que bien podría haber sido una recopilación de la trilogía original o al menos haber incluido Ascension, la última entrega lanzada hasta la fecha, difícilmente justifica su compra para todos aquellos que guarden en su estantería el juego de 2010. Sí es una adquisición casi obligada para los amantes del hack’n slash que no lo pudieran catar en su día o bien aquellos cuyo afán de coleccionismo les impulse a adquirirlo y así tener todo el contenido asociado en un mismo disco.