American Horror Story se ha convertido en una de las series revelación de la temporada de otoño. El pasado miércoles terminaba en Estados Unidos la emisión de sus doce primeros capítulos, temporada que deja tras de sí la confirmación de una segunda y dos candidaturas a los Globos de Oro bajo el brazo (Mejor serie de drama y Mejor actriz secundaria en serie o miniserie para Jessica Lange), un balance más que positivo para la nueva creación de Ryan Murphy (Nip/Tuck, Glee).
La serie sigue la historia de la familia Harmon, compuesta por Ben, Vivien y su hija adolescente Violet. En pos de salvar su matrimonio tras una infidelidad, deciden comprar una enorme casa a muy bajo precio donde poder comenzar una nueva y mejor vida. Sin embargo, lo que no saben los Harmon es que la casa encierra en sus entrañas un escabroso pasado de crímenes que han ido confinando poco a poco a todo un elenco de fantasmas que se proclaman a sí mismos los auténticos dueños de esas paredes.
Aunque en principio, el argumento en sí no deje ver ninguna novedad (de hecho fue creado como un homenaje a las pelis de terror de los años 80) a medida que van pasando los capítulos se descubre una trama mucho más complicada que va hilando las historias de cada uno de los inquilinos de la casa (y algunos externos) con un juego psicológico que mezcla el terror con el despiste. Además, en cada uno de los capítulos vemos como los recursos cinematográficos se ponen al servicio de este último propósito. Planos oníricos que nos hacen dudar de si todo lo que ven los Harmon es un sueño, saltos temporales, personajes que no se sabe si están muertos o no…
Todo ello unido al magnífico desarrollo de los personajes y a un notable trabajo del elenco de actores que componen la cuadrilla de la serie (entre los que, por supuesto, destaca Jessica Lange), son algunas de las claves que han convertido a American Horror Story en uno de los estrenos más seguidos.
Sin embargo, somos muchos los que después de disfrutar de esta primera temporada nos hemos quedado algo inseguros acerca de la continuación de la serie. Entre otras cosas porque el deseo original de Murphy era crear una antología y dejar cerrada al final de los 12 capítulos la trama de la familia Harmon para crear algo totalmente nuevo para la segunda temporada.
Ahora bien, ¿qué será entonces de Constance y su nieto, ese niño que supuestamente es la encarnación del mal, al que vimos matar a su niñera tan ricamente al final del episodio 12? Pues parece ser que nos quedaremos con las ganas de saberlo. Aunque no todo está perdido, ya que se rumorea que algunos de los actores podrían reaparecer para la nueva temporada, quién sabe si para volver a hacer de su personaje o no.
Artículo escrito por: Catoute