Zoom a: Supernatural (Sobrenatural). Temporada 8. Episodios 1 a 7

Podrán destrozar la memoria de John, cargarse al personaje de Sam, matar a Bobby, y volver loco a Castiel, pero nunca nos quitarán a Dean Winchester.

Si hay alguna razón para ver la última temporada de Supernatural (Sobrenatural) es Dean. A pesar de sus intentos para fastidiar el personaje: se hace amigo de un vampiro, ocurrió algo más en el purgatorio que evita recordar y que impidió que Castiel saliera…Las razones de Dean hacen que le sigamos queriendo: Es leal y lucha por todos. Al final resulta que el vampiro no es malo solo quiere vengarse de los “vampiratas” que le mataron, además bebe sangre sintética. Y Castiel no quería ser salvado, se sorprende cuando descubre que Dean se echa la culpa, porque fue Cass quien decidió quedarse. Aunque no sé porque me da a mí que está va a ser la temporada en la que van a cargarse el personaje de Dean. Esperemos que sean listos y no lo hagan porque la gente se va a quedar sin motivos para ver la serie.

Durante los primeros episodios el arco central de la trama ha recaído en Dean, bueno en Dean y en el profeta Kevin y la tabla de Metatrón. Y tiene sentido porque lo que es la historia de Sam no tiene mucha. Quiero decir, la trama de Dean es que se siente culpable porque no consiguió sacar a Castiel del purgatorio, la de Sam es que está triste porque su novia le ha dejado y se ha llevado a su perro. Hablando de Kevin ¿Cómo es que en un año es mejor cazador que los Winchester? ¿No os parece injusto? En fin sí, Sam ha estado de año sabático, pero los dos hermanos han sido cazadores toda su vida, literalmente. Han matado a Lilith, se han enfrentado a los jinetes del apocalipsis, a ángeles, han vencido a Lucifer, a Crowley, a Leviatanes, han estado en el infierno y Dean en el purgatorio. Yo soy un demonio o una criatura y les veo y salgo por patas.

A pesar de eso esta octava temporada de Supernatural (Sobrenatural) no ha empezado mal, pero claro teniendo en cuenta el bajón que dio la sexta temporada, nada puede ser peor. Y a pesar de no tener a Bobby tenemos a Garth que sirve igual para un roto que para un descosido, ya que cuando aparece hay humor, pero también vemos en él al viejo Bobby, y sinceramente es muy buen personaje. Y ha vuelto Castiel con todas sus facultades, redimido de todo lo que hizo, se hace borrón y cuenta nueva y ya está. Lo cual es más fácil que con Sam pues los guionistas de esta serie han jodido tanto a este personaje que nunca volverá a ser el Sam de las primeras temporadas aunque lo están intentando en estas últimas.

Echamos de menos los inicios de Supernatural (Sobrenatural) en los que cada episodio era una película de terror semanal. En los que tenías miedo de los ruidos de arañazos en la pared, de las luces que se apagaban y se encendían, en los que notabas una presencia aunque no hubiera nadie, en los que te asustabas de las sombras, de los aparatos que de repente se ponían en marcha. Hace tiempo que todo eso dejó paso al gore y lo desagradable. Supernatural ya no da miedo, da grima. Sí, tienen que demostrar que Crowley es el rey del Infierno, y lo hacen con cierto humor negro, aunque lo del humor es algo relativo. Desde luego en el séptimo episodio vemos a un Crowley enfadado y sacado de sus casillas, aunque no sabemos muy bien por qué. El personaje es llevado al límite y desbarata ese malo que solía encantar a la gente. Pero eso es lo de menos, y sabemos que ahora lo llevan otros, y tenemos que darles una oportunidad, lo único que pedimos es que vuelva el espíritu de las primeras temporadas.

Deja un comentario