Serie: True Blood (2008-Actualidad).

Nombre: Bill Compton

Especie: Vampiro

Estatus: Poseído

Interpretado por: Stephen Moyer

Frase: «Una advertencia caballeros. Si la desangran por completo, no volverán a probar sangre de hada».

Bill Compton, o el héroe romántico de la HBO que salió mal. Lo tenías todo menos el nombre, eras vampiro, eras misterioso  y siempre estabas ahí para Sookie. Aunque no podías tomarte muy en serio a un chupasangre llamado Bill no importaba, porque todo era intenso y muy ‘True Blood’. Pero en algún punto del camino el héroe cogió la desviación que llevaba al  bosque, se le oxidó la armadura y se convirtió en villano.

¡Ay, Bill Compton! Que decepción más grande cuando comenzaste a mentir a Sookie para que no se enterase de tus andanzas. Que disgusto cuando comenzaste a usarla para que sirviese a tus propios intereses. Pero aún así te dimos una oportunidad, los fans de ‘True Blood’ pensábamos que aunque tuvieses tus fallos eran comprensibles, porque eras un vampiro y los vericuetos de la moral no son lo vuestro. Que cuidabas de Jessica como si fuese tu hija y que aquello tenía que contar para algo ¿no?

Pues no, porque tú, sanguijuela sin escrúpulos, vendiste a Sookie y su ascendencia de hada al rey de Louisiana. Porque casi la drenaste de sangre antes de salir corriendo como el cobarde que eres. Porque cuando apareciste como Rey – a base de traiciones traiciones y más traiciones- echaste a Sookie de tu casa y te acostaste con tu tatara-tatara-nieta como quien se da un paseo. Porque ni el mundo bizarro de ‘True Blood’ podía justificarte.

Bill, te convertiste en un fanático de Lilith mientras los fans observábamos impotentes desde el otro lado  del televisor como te hundías más y más en tu propia miseria. Y empezó a gustarnos odiarte. Empezó a gustarnos desear que Eric Northman te ganase por la mano. Que Sookie ya no confiase en ti. Que sólo te quedase Jéssica, que al fin de al cabo, era la única por la que habías mostrado auténtica preocupación.

Nos fallaste como personaje,  como héroe eras pasable, pero como villano eras insoportable. Tanto que hasta los guionistas, tanto que ya no eres Bill Compton, no eres más que una vasija vacía para Lillith ¿Al fin de al cabo lo único que querías era poder, no? Pues ya lo tienes, aunque te ha costado todo.