Los personajes de The Leftovers se despidieron de la audiencia preparándose para el séptimo aniversario de “El Ascenso”.
Han pasado tres años desde los hechos ocurridos en Milagro y parece que Kevin Garvey y su familia han conseguido algo de paz y normalidad. Algo que se puede ver alterado por la proximidad del aniversario de “El Ascenso” .
Las apariencias engañan y aunque parece que se ha alcanzado la normalidad, la estabilidad, tal vez la felicidad, los personajes que tan bien conocemos siguen luchando contra sus demonios, siguen buscando la felicidad, siguen sufriendo y siguen buscando nuevas formas de escapar, de no sentir dolor.
Cada uno lidia como puede con el sufrimiento, poniéndose una bolsa en la cabeza, escribiendo un libro sobre un nuevo mesías, intentando parar un diluvio o buscando a sus hijos Desaprecidos hasta sus últimas consecuencias.
Fe, religión, esperanza, sacrificio, escepticismo, familia, dolor, locura todos son mecanismos de defensa para superar una tragedia, algo que nuestro cerebro, cuerpo no puede explicar. Todo para prepararse de lo que parece el fin del mundo.
The Leftovers sigue siendo tan buena, loca, reflexiva, inteligente, divertida, deprimente y dramática como el primer día. Y se ha despedido de manera magistral, con guiños y fiel a aquello que la ha hecho grande y que se convierta en una serie de culto. Echaremos de menos las desventuras de Kevin Garvey y los suyos pero cuánto aprendimos de nosotros mismos a través de ellos y qué bueno haber visto la serie.
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