Crítica de La LEGO película 2 – Cuando la madurez no tiene cabida

Solemos pensar que el cine de animación, en su continuo proceso de reajuste y transformación, cuenta con un mayor margen a la hora de innovar y sorprender que el de muchos otros géneros. La creatividad desbordante de los estudios dedicados a este tipo de producciones así como las posibilidades ilimitadas de sus técnicas cinematográficas no solo consiguen trasladarnos a mundos fantásticos, sino además tratar temas para nada baladíes desde la libertad y el desenfado que suelen ir ligados a sus propuestas.

Sin embargo, la proliferación de estos filmes conlleva sus riesgos como es una alarmante tendencia a la mediocridad acrecentada si cabe por la propensión a lanzar secuelas de aquellas franquicias abonadas al éxito en taquilla. Tras la grata sorpresa que supuso la irrupción de La LEGO película allá por 2014 era de esperar que su inevitable secuela no sólo perdiera la frescura de la original, sino también gran parte de su ingenio y desparpajo. Y en efecto en esta segunda parte no existe el factor sorpresa de la primera, lo no significa que su premisa sea menos convincente o que el viaje que propone carezca del atrevimiento y la simpatía de la anterior.

Tanto Phil Lord como Chris Miller, esta vez en labores de producción, se han asegurado de que la cinta respetase los códigos de ese imaginativo meta-universo que una vez crearon bloque a bloque ampliando sus límites, trascendiendo a su público tradicional pero conectando con los acontecimientos de la primera película. En esta ocasión el inigualable Emmet deberá volver a salvar a los suyos haciendo frente a una devastadora invasión alienígena y poniendo rumbo a la Galaxia Hermana, el lugar de procedencia de estos seres a los que no sólo no han podido parar, sino tampoco comprender.

El resultado es una película excepcionalmente dinámica, en la que vuelven nuestros personajes favoritos –con unos cuantos nuevos- y que se ha visto enriquecida con un buen surtido de números musicales que no tienen desperdicio y que vuelven a apostar por unos ritmos pop tan machacones como pegadizos. Un viaje a las estrellas en el que el mayor divertimento consiste en capturar todas y cada una de las referencias a la cultura popular del cine y la televisión que se suceden a cada escena y a una velocidad de vértigo.

Porque sí, La LEGO película 2 hará las delicias del público infantil gracias a su perfección visual y a su innegable habilidad para surfear entre algunas de las tendencias actuales más socorridas. Pero que nadie se equivoque, serán los adultos los que le saquen todo el jugo a su propuesta deleitándose con sus inesperados cameos, la inteligencia de sus diálogos y el carisma de unos héroes que atesoran un poderoso mensaje. Uno sobre el camino hacia la madurez y a pesar de todo sólo apto para aquellos que se atrevan a mirar al mundo con los ojos de un niño.

 

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