LA’s Finest, armas de mujer en el spin-off televisivo de Dos policías rebeldes

Hasta hace no mucho trasladar las series de televisión más populares a la gran pantalla era una práctica habitual en la industria cinematográfica. Los Ángeles de Charlie, Corrupción en Miami o Starsky & Hutch son sólo algunos ejemplos de exitosas producciones que dieron el salto a las salas modernizando su formato y haciendo gala de un reparto renovado lleno de estrellas del celuloide.

Hoy en día, con el auge de la ficción televisiva, la situación parece haberse invertido y es el cine el que sirve de inspiración para un buen puñado de series que en ocasiones prefieren dar continuidad a las historias que disfrutamos con un cubo de palomitas en las manos que plantear nuevas versiones que en cierto modo podrían arruinar la conexión establecida con los espectadores.

LA’s Finest, si bien no necesita referente alguno para dar forma a su propuesta, está enlazada a la franquicia de Dos policías rebeldes, la que catapultó a sus protagonistas Will Smith y Martin Lawrence al estatus de héroes de acción. El personaje de Gabrielle Union, que tuvo la oportunidad de unir fuerzas con aquel par de “bad boys” en la segunda parte de la saga, sirve de nexo de unión entre ambas producciones si bien en esta ocasión dejará de ser una mera secundaria para hacerse con el protagonismo de las tramas.

Un protagonismo que Union comparte con Jessica Alba, su compañera en el departamento de policía de Los Ángeles y en cuya estrecha relación reside el principal interés de la serie. Sus personajes, Syd Burnett y Nancy McKenna, exhiben ese carácter contrapuesto que tan bien funciona en este tipo de series procedimentales, a medio camino entre el drama y la comedia. Una pareja dispar que no sólo recuerda al tándem de Dos policías rebeldes, sino también al Riggs y al Murtaugh de Arma letal.

A Syd le encanta la adrenalina, no le importa ponerse en peligro siempre que la situación lo requiere, tiene el hábito cuestionable de saltarse las normas del departamento en cuanto goza de la más mínima oportunidad y acostumbra a hacer uso de toda su sensualidad para sacar información a los sospechosos. Nancy en cambio es una mujer de familia, prudente y siempre dispuesta a sacar a su compañera de cualquier lío en el que se haya metido.

La fórmula, tan tópica como eficaz, se sostiene gracias a la excelente química que comparten las dos actrices. Ambas se desenvuelven con gran naturalidad tanto en los momentos de mayor tensión, cuando sus personalidades antagónicas chocan, como en aquellos en los que tienen que sacar su lado más divertido, de ahí que LA’s Finest quede a merced del buen hacer de sus principales intérpretes.

Claro que más allá de sus líos con las bandas, los tiroteos y las redadas, estas dos mujeres arrastran su propia tragedia personal. Un pasado oscuro que no se han atrevido a compartir ni siquiera la una con la otra y que se irá desvelando a medida que transcurran los episodios.

Ya en el segundo la carga emocional de la serie se dispara e iremos siendo testigos de algunos de los sucesos que las marcaron para siempre, y aunque quizás se haya descubierto el pastel antes de lo que hubiésemos querido hemos de reconocer que estas tramas de índole personal dotan de un mayor interés a la serie. Entre otras cosas porque es la oportunidad perfecta para que sus responsables introduzcan a secundarios tan interesantes como Ernie Hudson, al que el gran público recordará de Cazafantasmas y que interpreta al padre de Syd, un hombre que trata desesperadamente de reconciliarse con su hija pero que esconde muchos secretos.

¿El peligro? Que ahondar cada vez más en el pasado de las protagonistas haga que los casos semanales pierdan peso y pasen algo desapercibidos, algo que ya le ocurrió precisamente a la serie de Arma letal de Fox, la cual como hemos dicho guarda ciertas semejanzas con LA’s Finest.

En todo caso es muy aventurado anticipar la trayectoria que seguirá la serie después de haber visto tan sólo los dos primeros episodios gracias al pase especial organizado por AXN España. El piloto, con un ritmo más vertiginoso y propenso a saltar de una escena de acción a otra con cierta aceleración, contrastaba con el desarrollo más pausado del segundo, mucho más interesado en centrarse en las estrellas de la función.

Como siempre lo idóneo se encuentra en el punto medio, aunque es de esperar que sus responsables sigan entreteniéndonos con más persecuciones automovilísticas y tiroteos en plena calle a fin de respetar el legado de los policías rebeldes del que bebe la serie. Ver a Gabrielle Union sostener dos pistolas con los brazos extendidos mientras apunta a un grupo de criminales que la tienen rodeada como si el propio Will Smith se encontrase dándole indicaciones detrás de las cámaras es sólo una de esas referencias que no pasarán desapercibidas del que podría convertirse en uno de los pasatiempos más gratos de la parrilla.

En España tendremos que esperar al mes de septiembre para ver en acción a estas dos mujeres de armas tomar.

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