La BBC recupera el clásico de Dumas con Peter Capaldi, el nuevo Doctor de ‘Doctor Who’, como el cardenal Richelieu.

Las series de época están de moda y ya que el año pasado nos quedamos sin ‘Merlin’, la BBC nos propone The Musketeers, que acaba de ser renovada por una segunda temporada, como su nueva serie de aventuras.

‘The Musketeers’ es entretenida con buena factura y producción, y magníficamente bien ambientada. Es más adulta que ‘Merlin’ pero tiene cierto aire a la serie del mago. Une drama, humor, acción y aventura de tal forma que entretiene, aligera el drama pero no lo deja superficial, al fin y al cabo no es una comedia. Aunque se toma sus libertades respecto a la obra de Dumas, es una libre adaptación más fiel que otras que hemos podido ver en televisión y cine.

Tiene personajes interesantes y atractivos que pueden dar mucho en las tramas venideras. Los mosqueteros luchan por amor, son amigos fieles, y leales servidores de Francia y su pueblo. Son personajes complejos, en los primeros episodios solo rascamos la superficie de su personalidad. Queremos saber más de ellos, de su historia, ver como la cuentan.

 Quizá el mayor fallo sea que los malos son malísismos, destacando a Peter Capaldi con una interpretación carismática, con momentos contenidos en los que desborda tensión. El cardenal nunca está relajado y Peter Capaldi muestra con muy poco esta histérica tensión guardada del maquiavélico personaje. A pesar de su historia, su pasado con Athos, su relación con el cardenal…, tal vez el personaje peor llevado sea el de Lady of Winter. Es un personaje malo pero ambiguo, sin embargo no llega al espectador toda la complejidad del personaje. Debería ser un personaje fantástico con multitud de caras, secretos y misterios pero en realidad es el más aburrido.

Los tres mosqueteros son tres personajazos. Athos, el más leal de los mosqueteros, el estratega; Aramis el audaz, con lengua mordaz; y Porthos, el guerrero, la fuerza, el que ha llegado a dónde está por el camino difícil. Y luego está D’Artagnan, valiente, inteligente, y no diremos inocente pero sí lleno de esperanza, algo que les falta a los otros tres personajes, más escépticos, incluido Aramis aunque diga que es un romántico.

Las historias de amor están bien llevadas con palabras y gestos sutiles aunque también con interrelaciones forzadas como los besos de D’Artagnan y Constance, tratados con humor. Dos veces que D’Artagnan necesita escapar, dos veces que acude a besar a la chica, tonto no es, la chica tampoco se queja por otro lado.

En definitiva, una serie con mucho potencial.