Me revienta que se hable de la Mujer. No sé quién es la mujer.Aquí siempre hemos defendido a las mujeres y a su representación como algo plural.El día de la Mujer, hay que fastidiarse.  A veces, me da la sensación de que es porque pensamos en una mujer estanco, un tipo de mujer, una categoría biológica con estas y aquellas limitaciones.

Al carajo. Si hay algo bueno en la televisión moderna es que tenemos mujeres de todo tipo. Desde las que podrían patearte el culo sin despeinarse hasta las que tienen el instinto maternal más desarrollado que un  pokemon bien entrenado. Mujeres que lloran, que ríen, que luchan, que a veces se rinden,que se desesperan, que buscan soluciones, sinceras, mentirosas, crueles y amables. A veces un poco de todo. En definitiva, mujeres planteadas como si fueran seres humanos, no como una especie de categoría estanco.  Ha costado llegar hasta aquí, pero en el camino hemos conocido algunos personajes maravillosos. Hoy repasamos algunos.

Buffy

Buffy Summers hace algo revolucionario. En lugar de salvar el mundo, lo cambia. En lugar de sentarse en el trono sustituyendo a un hombre, destruye el trono. Inventa una nueva forma de poder. Y lo hace rompiendo clichés, desde la imagen de la animadora rubia que siempre muere en las películas de terror.  El personaje que debe ser salvado siempre en este género dice basta y que no sólo ella no necesita que la salven: ninguna de las potenciales lo necesita.

Veronica Mars

Verónica es insegura, no sabe kung fu, adora a su padre y tiene debilidad por los chicos con jerseys de rombos. Lo primero que sabemos de ella es que la violaron y que eso cambió su esquema del mundo de arriba abajo. Es tan áspera como un erizo en un mal momento, pero utiliza todo lo que tiene a su alcance para ayudar a los suyos. Cuando Verónica Mars quiere saber qué otra chica de la universidad fue violada, va a una tienda de pelucas y cuando la dependiente le pregunta qué nombre busca, Verónica se echa a llorar y monta un drama «ella está asustada, ha dejado la quimio, está sola, con un nombre falso… ¡y es mi hermana!» Lo dice llorando a lágrima viva. Cuando  la dependiente contesta, «esa chica era hawaiana» inmediatamente vemos cómo Verónica se recompone, dice «ah» y se marcha tan digna.  Fue super rastrero, divertido y genial. No fue un gran mensaje dentro  de lo políticamente correcto. Era una chica luchando contra el crimen y haciendo que la adoremos hasta niveles insospechados.

Sansa Stark

No. No vamos a poner a Arya. Sabemos que la adoráis, pero vamos a tomarnos un momento para reivindicar a uno de los miembros menos queridos de la familia Stark: Sansa. La hija mayor de Ned y Catelyn es una niña, que ha crecido protegida, querida y feliz. Le gustan las historias románticas y las historias de caballerías. De pronto su mundo se rompe en pedazos: matan a su padre, y su familia se ve obligada a dejarla sola rodeada de sus enemigos. Y sobrevive. Está indefensa, no amenaza a nadie y hace lo que le dice la gente que asesinó a su padre. La golpean una y otra vez tanto física como emocionalmente. No hay dragones para ella, nada de magia, nada de “armas de mujer”, no se va a convertir en una heroína…  Pero episodio tras episodio ella sigue ahí. Porque es una superviviente y hasta Tyrion lo ve “Tu nos sobrevivirás a todos, Lady Stark”. Y aunque eso no genere la admiración inmediata de los espectadores, merece un respeto .

Lorelai Gilmore

¿Qué chica no ha querido alguna vez ser Lorelai Gilmore? ¿O tener una madre como ella? Y el caso es que el personaje de Lauren Graham es un desastre andante: es despistada, desorganizada, adicta a la cafeína y llega siempre con el tiempo pegado a todos los sitios. Pero también es divertida, resolutiva y con un gran espíritu de trabajo. Además adora las Bangels: hay que quererla.

Piper Chapman

Podríamos poner a todos los personajes de ‘Orange is the New Black’ porque son todos maravillosos. pero nos quedaremos con la protagonista. ¿Por qué? Porque es una mujer compleja a la que vemos evolucionar capítulo a capítulo. La vemos ser incoherente, intentar hacer lo correcto, rendirse, enrabietarse, autoflagelarse y en definitiva ser todo lo humana que se puede ser siendo un personaje de ficción.

Skyler White

Skyler, en vez de someterse a la personalidad de su marido psicópata y con delirios de grandeza, se rebela y  le planta cara. Pero la gente la odia. Y no entiendo por qué. Skyler White, en vez de quedarse sentada y aceptar con una sonrisa los sacos de dinero de Walt, pregunta, se enfada, empieza a trabajar en la empresa de Beneke, tiene un rollete con su jefe por venganza y exige saber qué es lo que sucede en su propia casa. Pero es que además, y en última instancia, aguanta estoicamente las salidas de tono de Walter Junior, miente a su hermana y a su cuñado, blanquea el dinero en el lavadero de coches, apoya a Walt durante su enfermedad, cría a una niña pequeña, se hace cargo de las tareas domésticas y no le abandona aunque esté poniendo a toda la familia en peligro. Cuando lo mínimo que se merecería Walter White es que le echasen de casa a zapatillazos.

Samantha Jones

A Samantha Jones le importa un carajo lo que pienses de ella. Y por eso la queremos.  Hace lo que quiere, como quiere y cuando quiere. Es una ganadora y lo sabe. Es la Brian Kinney heterosexual y ¿Quién puede resistirse a ese tipo de carisma?

Spencer Hastings

Spencer Hastings es lista. Más que todas sus compañeras juntas. También tiene cierta querencia por las pastillas para evitar dormir y es controladora hasta decir basta. No se fía ni de su sombra. No es que podamos culparla, es algo que suele pasar cuando te persigue un grupo de acosadores-asesinos con más recursos que la CIA y el FBI juntos.  Y además le da tiempo para ir de compras y estar divina. Así que estupendo.

Cristina Yang

Cristina Yang es la doctora que querías que te operase si tu vida pende de un hilo. La amiga que querrías tener al lado cuando las cosas van mal. Para tomarse un tequila y bailar hasta que estés demasiado cansada como para que te importe que casi te has ahogado, o que te han tiroteado o que has tenido que operar  a alguien con una pistola en la cabeza. Y la que siempre te va a decir la verdad. Aunque duela.  Eso sí, nunca jamás le robes un quirófano. Ahí no hay piedad.

Alicia Florrick

Alicia Florrick es una gran abogada pero también es una mujer aburrida, encopetada, en permanente tensión, con el mismo sentido del humor que una maceta y con una pasión desmedida a empinar el codo. Y a la vez es imposible resistirse a ella ¿Por qué? Porque las “buenas señoras”, cuando espabilan, forjan sus propios planes. Alicia, la mujer que nunca dice una palabra más alta que la otra, que controla las emociones a un nivel que envidiarían muchos vulcanos -¿verdad T’Pol?-, y que piensa que el bien de su familia siempre debe estar por encima del suyo propio, ha dicho basta  basta. Y eso es magnífico de ver porque Alicia es muy lista. Si ha ayudado a su marido en su carrera política – sin despeinarse- más de una vez y más de dos, ¿por qué no beneficiarse ella ahora? Tiembla, Eli. Alicia Florrick ha despertado.

Hoshi Sato

Hoshi vomita la primera vez que ve cadáveres. Le da miedo el transportador  por si se deshace por el camino. Y aún así se embarca en la flota estelar y se enfrenta con todos sus miedos. Hoshi Sato es valiente no porque no tenga miedo: sino porque hace todo lo posible por superarlo.