El hogar de Miss Peregrine para mutantes vintage

miss-peregrines-home-movie-trailer-posterTener una filmografía tan fascinante como la de Tim Burton es una bendición y, a la vez, una maldición para el propio cineasta. Cada nueva producción en cuyo poster figura su nombre se sigue con singular interés, pese a que son muchos los que respaldan que el que fuera autor de joyas como Ed Wood se encuentra en una fase de estancamiento no estrictamente creativo pero sí a nivel inspiracional, como demuestran cintas tan olvidables como Sombras tenebrosas o Big Eyes.

Con El hogar de Miss Peregrine para niños peculiares, adaptación de la novela homónima de Ransom Riggs, Burton pretende reencontrarse con su público más fiel sumergiéndose en los reinos de la fantasía más turbadora con una producción en la que volvemos a ver pinceladas de su genialidad y de algunas de sus obsesiones más personales.

Lo primero que llama la atención es que pese a que el filme se vista de excéntrico relato infantil, no tardará mucho en dejarnos claro que su misma esencia oscila entre algunos de los elementos más convencionales del género y otros ciertamente terroríficos, regalándonos algunas imágenes inesperadamente perturbadoras y que confirman el gusto de su director por lo genuinamente macabro.

miss-peregrine-movieEl reparto, cuidadosamente escogido, es en buena parte responsable de esta desconcertante hibridación. Su protagonista, Asa Butterfield, sabe liderar a un grupo de actores muy jóvenes que tienen su contrapunto en el experimentado y más que bienvenido Terence Spamp, y especialmente en la siempre inquietante Eva Green, en esta ocasión convertida en una suerte de Mary Poppins con tintes lúgubres al cuidado de un grupo de niños con rasgos y habilidades extraordinarias que han de ser protegidos de una abominable casta de seres que buscan la inmortalidad a costa de tomar las vidas de los pequeños.

A su malévolo líder le presta los rasgos un blanquecino Samuel L. Jackson, que por momentos parece deleitarse con una cómica sobreactuación que sirve para suavizar algunas de las escenas más horripilantes que presenciaremos.

Sorprende, eso sí, el exceso de digitalización en diversos tramos de la cinta, algo a lo que por lo general no nos tiene acostumbrados Burton. Aunque esto amenaza con disgustar a muchos, en algunas de esas secuencias seremos testigos varios efectos en pantalla de corte más tradicional que suponen todo guiño a las técnicas de stop motion con las que el director está tan familiarizando, permitiéndose viajar muy hacia atrás para consumar un reconfortante homenaje a Jasón y los argonautas que los más cinéfilos reconocerán al instante.

hogar-miss-peregrine-ninos-peculiaresDe Miss Peregrine nos quedamos sin duda con su atractiva puesta en escena, con ese toque clasicista que contrasta con la contemporaneidad de su arranque y que por momentos nos lleva a un maravilloso mundo en el que cada mirada es evocadora y en el que cada jovencita de tez de porcelana nos recuerda al legado de aquel que se sienta tras las cámaras.

Por supuesto no es perfecta, pues bebe de demasiados referentes y le cuesta enormemente establecer ese vínculo emocional con el espectador que sí tenía Big Fish o reproducir la ternura que rezumaba del bueno de Eduardo Manostijeras. De hecho, puede que lo que más se eche en falta sea precisamente un personaje lo suficientemente carismático como para definir por sí solo una obra que en todo caso hará que muchos se reconcilien con un director cuyo gran pecado sería volver a malversar su talento.

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