‘Somos los Mejores, una nueva era’: nostalgia bien entendida

Mighty Ducks, que aquí se llamó Somos los mejores porque lo de “Patos Poderosos” no tenía el mismo gancho, pertenecía a ese género de películas tan propio de finales de los ochenta y principios de los 90 como Pequeños Gigantes o El Novato del Año: básicamente eran críos adorables practicando deporte y en el camino enseñando (y aprendiendo) algunas lecciones vitales a los adultos que rondaban por allí.


Somos los mejores. Una nueva era recoge el testigo de aquellas producciones: un producto limpio, de humor entrañable y que te deja sintiéndote un poquito más ligero por dentro. No es tontería en los tiempos que corren. Cuando comienza la serie los Patos – el equipo de las películas- se han convertido en todo aquello que no debían ser: centrados por completo en la competitividad, en ganar, en ser los mejores dejando fuera a cualquiera que no encaje. Cuando comienza la serie Evan Morrow, que hasta ahora ha sido parte de los Patos, cae fuera del equipo al cambiar de categoría por la edad: ya no es lo suficientemente bueno. Así que su madre, Alex (Lauren Graham), se pone manos a la obra para crear un equipo en el que lo importante no sea ganar, sino pasarlo bien, jugar con los amigos. Vamos, hacer todas las cosas que se supone que tienen que hacer los niños a esas edades en lugar de contar créditos para la universidad.


Emilio Estevez vuelve a retomar su papel como Gordon Bombay, aunque en estos primeros episodios ha estado un poco en modo Luke Skywalker cuando lo encuentra Rey. Nada que ver quiere tener con el hockey. Que gato escaldado del agua fría huye.


Todo está contado con el tono de aquellas películas de los ochenta, y los partidos de hockey tienen esa mezcla justa de deporta y ternura que hace que te enganches sin remedio. Porque oye, yo verme un partido de algo en la televisión no me pondré nunca jamás en la vida; ¿pero ver a equipos ficticios dejarlo todo en el campo en una serie de ficción? Eso no me lo pierdo. Aquí, como en Ted Lasso, ganan el partido los buenos sentimientos.

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