Día del libro: 10 personajes de televisión que aman los libros tanto como tú

Puede que pasemos mucho tiempo viendo series de televisión. No seremos nosotros quienes lo neguemos. Eso no implica que amemos ni un ápice menos los libros, ni nosotros ni los guionistas de nuestras ficciones televisivas favoritas que siempre incluyen algún personaje con el que nosotros, irredentos ratones de biblioteca, podamos identificarnos. ¿Y qué mejor momento que hoy, que se celebra el Día del libro para recordar a esos protagonistas (y secundarios) televisivos que aman los libros tanto como nosotros? ¡Allá vamos!

Sam Tarly

 

El bueno de Samwell  ha cambiado mucho a lo largo de las ocho temporadas de Juego de tronos:  ahora tiene mayor seguridad en sí mismo, amigos y una familia que lo quiere y no lo ve como un cero a la izquierda. Vamos, que es material de héroe. Pero, lo que no ha cambiado en absoluto es el amor del personaje de John Bradley-West por la palabra escrita. No en vano, entre todas sus hazañas, de lo que más orgulloso está es de haberse llevado los libros de la Ciudadela.

Rory Gilmore

 

Rory Gilmore en la vida real nos hubiera caído fatal… de no ser por una cualidad redentora que la hubiera hecho un poquito más soportable: su amor por los libros abarcaba multitudes. No era nada raro verla con la nariz entre las páginas de uno.. aunque no tenemos muy claro si para leérselo o para olerlo. Cada cual con sus vicios.

Lisa Simpson

En la locura que es la vida de un Simpson, la cerebrito de la familia siempre encontró su mejor aliado en los libros. Y es que nuestro ratón de biblioteca siempre ha tenido muy claro que el conocimiento es poder, y eso en una ciudad como Springfield y una familia como la suya, es importante tener ambas cosas.

Sawyer

No era difícil encontrar al “chico malo” de la isla debajo de una palmera leyendo algún libro rescatado de una maleta perdida. Era tal su afición por leer que tuvo que fabricarse unas gafas combinando cristales de distintas dioptrías que aparecían del naufragio. Y, sinceramente, aprobamos su plan de todo corazón, nos parece que hay formas mucho peores de pasar el día en una playa tropical… ser atacados por el humo negro, sin ir más lejos.

Poussey

Es raro el plano en el que Poussey no aparece en su querida librería rodeada de libros. Por sus circunstancias personales la letra impresa ha pasado a ser algo más que un escape, a ser una compañía.  Poussey quería tanto a sus libros casi tanto como los espectadores la queríamos a ella (casi).

Lucas Scott

Lucas Scott hizo que una de las chicas más atractivas del instituto le hiciese un análisis completo de El invierno de mi desazón de Steinbeck antes de aceptar ir a una cita con ella. De esto sacamos dos cosas en claro: primero, que le gustaban mucho los libros; y segundo, que era un poco petardo.

Jess Mariano

Era malote, pero leído; borde, pero tierno y llevaba chupa de cuero y peinado a lo James Dean. Vamos, que Jess Mariano solo podría existir en una serie de televisión. Y casi que mejor, porque nunca te perdonaremos escribieras sin permiso en los márgenes de un libro que no era tuyo. Luego te redimiste siendo absolutamente adorable en las últimas temporadas, pero Jess, eso fue un poco pretencioso de más.

Daria Morgendorffer

Puede que odie (un poco) a la mayoría de la gente, pero esa aversión no se extiende ni mucho menos a los libros. De hecho, estos son un santuario lejos de los idiotas de su instituto a los que tiene que tolerar a diario.

Anne Shirley

Anne (con una e) no ama solo los libros. Ama las palabras, cómo se deslizan por la lengua creando nuevas posibilidades para la imaginación; como resuenan creando nuevos mundos que la llevan bien lejos. Eso sí, saber que con solo cerrar las páginas estará de vuelta en su querida Avonlea es lo principal.

Alex Dunphy

Puede que sea una chica de ciencias, pero eso no está para nada reñido con disfrutar de una buena lectura que la aleje de la locura que es su familia. No es raro ver a Alex con un libro en las manos, aunque su familia no lo entienda mucho.

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