Videojuegos 2021 – Lo mejor y lo peor del año

Nos despedimos de un año atípico, sucesor de un 2020 marcado por la pandemia y cuyas consecuencias sociales y económicas siguen muy presentes. Es evidente que el escenario no ha sido el que presagiaron los más optimistas, y son muchas las dificultades a las que deberemos hacer frente antes de recuperar la tan ansiada normalidad. Sin embargo el 2021 también ha mostrado brotes verdes, de ahí que sea un buen momento para hacer un repaso de lo mejor y lo peor de los últimos doce meses.

En lo que respecta al sector de los videojuegos, ha sido el año de la revolución de los NFTs, de la escasez de microchips, de la batalla de Epic Games contra Apple y de la consagración de Twitch. Un año trufado de grandes juegos y también de grandes retrasos. Salpicado por la controversia y colmado de anuncios sorprendentes.

Acompañadnos en este resumen de un 2021 que nos ha dado tantas satisfacciones como decepciones.

El GOTY, una experiencia compartida

Josef Fares tiene por costumbre regalarnos un buen puñado de titulares todos los años, pero nunca nos habíamos alegrado tanto de que acaparase todas las portadas. Su último trabajo, el adorable It Takes Two, fue reconocido como el mejor juego del año en la gala de los The Game Awards, en la que también obtuvo el premio a mejor juego familiar y a mejor juego multijugador.

El juego de Hazelight es una aventura cooperativa de las que nadie se debería perder. Un título con un afilado sentido del humor, que cuida al máximo la narrativa y que nos bombardea constantemente con nuevas ideas y mecánicas, todo para que salvar nuestro matrimonio resulte tan variado como divertido. Un viaje que no es posible realizar en solitario, pues exige disfrutarlo en compañía ya sea en modo local o en línea. En un tiempo en el que el ocio electrónico nos deriva cada vez más a los campos de batalla multijugador resulta agradable remitirnos a una época dorada en la que disfrutar de los videojuegos en pareja requería invitar a un amigo a nuestro salón y ofrecerle un segundo mando. Las hazañas de Cody y May nos han devuelto sensaciones que queremos que permanezcan con nosotros para siempre.

Lanzamientos desastrosos

Si el 2020 cerró con el accidentado lanzamiento de Cyberpunk 2077, un título que a día de hoy sigue sin estar debidamente arreglado y que ha tenido que retrasar su versión next gen, este año hemos vuelto a lamentar la llegada prematura de juegos muy esperados pero que requerían unos meses más de cocción. El caso más flagrante es sin duda el de eFootball 2022, sucesor del laureado Pro Evolution Soccer y una atrevida apuesta de Konami por el modelo free to play.

Dejando a un lado la falta de contenido y una jugabilidad que en muchos sentidos ha sido percibida como un paso atrás respecto a PES, el simulador futbolístico atesoraba problemas técnicos de tal magnitud que no tardó en ser objeto de todo tipo de burlas y memes. Sus desarrolladores sólo pudieron pedir disculpas y prometer que tratarían de mejorar la experiencia a base de parches, pero para muchos es el inicio de una travesía por el desierto de final incierto.

Tampoco podemos obviar la desalentadora llegada de GTA The Trilogy a las tiendas. La edición definitiva de los tres juegos de culto de Rockstar Games no rindió el debido tributo a estas obras y pese a su notable lavado de cara visual presentaban múltiples errores que no pasaron desapercibidos a la comunidad. Una mancha en el currículum de la compañía que a buen seguro quiso forzar la máquina con tal de asegurarse un buen pellizco en las ventas navideñas.

La nueve generación ya causa sensación

Pese a que juegos como Halo Infinite o Ratchet & Clank: Una dimensión aparte debían haber debutado como parte del catálogo de lanzamiento de Xbox Series X y PS5 respectivamente, que sendas entregas hayan llegado al mercado antes de cerrar el año sólo puede considerarse una buena noticia. En el caso de la aventura protagonizada por el Jefe Maestro los meses extra que 343 Industries decidió otorgar al desarrollo le han sentado estupendamente, tanto que ya es considerada la mejor entrega de cuantas ha firmado el estudio desde que se puso al frente de la saga. Por su parte, el lómbax más famoso de la galaxia ha vuelto con toda la acción frenética y la diversión que le caracterizan y además marcando músculo técnico. Sin duda el juego que mejor luce de cuantos han visto la luz para PS5.

Pero ha habido mucho más, la consola de Sony también ha reivindicado su catálogo con nuevas IPs. Para muestra Returnal, el roguelike firmado por Housemarque que se ha convertido por méritos propios en uno de los grandes del año. Por su parte, Xbox Series X todavía nos tiene quemando neumático con Forza Horizon 5, una licencia que ha sabido demostrar por qué reina en el género de las carreras. Sí, ha sido en 2021 cuando la nueva generación ha arrancado motores.

La falta de stock de PS5 y Xbox Series X

Hace justo un año las dificultades para hacerse con una de las consolas de nueva generación supusieron un verdadero jarro de agua fría para los aficionados más entusiastas. Por desgracia ni Sony ni Microsoft han logrado revertir la situación a lo largo de un 2021 que ha entrañado grandes desafíos logísticos y de fabricación.

No será porque no lo han intentado, pero la realidad es que la crisis de los semiconductores derivada de la pandemia global ha puesto en jaque a un sector al que le resulta imposible satisfacer la gran demanda de la llamada electrónica de consumo. Cierre de fábricas en Asia, bloqueo en la distribución, encarecimiento de los componentes, disputas geopolíticas entre Estados Unidos y China… son muchas las causas que han propiciado un desabastecimiento que seguirá muy presente en 2022.

Tal y como han indicado los portavoces de sendas compañías, los próximos meses adquirir una PS5 o una Xbox Series X se antojará una misión casi imposible. Seguirán llegando unidades a cuentagotas y en ningún caso llegarán a las estanterías de las tiendas físicas. El futuro de los videojuegos, al menos de momento, es intergeneracional.

Xbox Game Pass ha llegado para quedarse

Por mucho escepticismo que suscitase el anuncio de Xbox Game Pass, a estas alturas sólo cabe afirmar que el servicio de suscripción de Microsoft es una realidad y no va a ir a ninguna parte. La división de Redmond acaba de dar un golpe sobre la mesa desvelando los títulos que se sumarán al catálogo durante el mes de diciembre y entre los que destaca su buque insignia: Halo Infinite.

Pese a un comienzo un tanto dubitativo el “Netflix de los videojuegos” sigue ganando adeptos y presume de haber construido una base muy sólida que garantizará el futuro de este modelo de negocio. En 2022 tienen prevista su llegada a Xbox Game Pass juegos del calibre de Starfield, STALKER 2: Heart of Chernobyl, Sniper Elite 5 o A Plague Tale: Requiem.

Retrasos y más retrasos

Como era de esperar 2021 ha puesto a prueba la paciencia de los jugadores que han visto cómo el calendario de lanzamientos variaba mes a mes. Ratcher & Clank: Una dimensión aparte, Halo Infinite, Far Cry 6, Deathloop o Kena: Bridge of Spirits son algunos de los juegos que se hicieron de rogar pero que acabaron viendo la luz, nada que ver con títulos tan anhelados como Horizon 2: Forbidden West, Gran Turismo 7, Hogwarts Legacy o Gotham Knights que se han ido irremediablemente a 2022.

No todos cuentan con una fecha concreta y es más que probable que sigan retrasándose en mayor o menor medida, aunque la mayoría de ellos parecen encontrarse en la etapa final de su desarrollo. Hay casos un tanto misteriosos, como el del remake de Prince of Persia: Las arenas del tiempo que parece haber corrido un tupido velo. O que siguen deshojando la margarita como la nueva entrega de God of War, que se resiste a confirmar su ventana de lanzamiento. Sea como sea, el año que comienza lo hará colmado de expectativas.

Valve se suma al mercado de las portátiles

La gigante norteamericana sorprendió a propios y extraños con su flamante Steam Deck, una consola portátil a la que se ha definido como la Nintendo Switch de los jugadores de PC. No es de extrañar la gran expectación que ha causado en la comunidad, pues la idea de Valve no es otra que trasladar toda nuestra librería de juegos de Steam al dispositivo para que podamos disfrutarla en cualquier lugar.

Steam Deck, que puede conectarse a periféricos para jugar en pantalla grande como si de un ordenador se tratase, se pondrá a la venta en tres modelos diferentes con las mismas prestaciones pero distinta capacidad de almacenamiento. Y aunque todavía es pronto para comprobar el rendimiento en la portátil de algunos de nuestros títulos favoritos, estamos seguros de que lo nuevo de Valve ofrecerá una alternativa muy apetecible para aquellos que no estén interesados en la guerra de consolas y quieran centrarse en lo que más les gusta: jugar.

Una industria golpeada por los escándalos

Tras varios años en los que reputados estudios han sido sometidos al escrutinio público debido a prácticas laborales abusivas reveladas por sus propios empleados, 2021 ha puesto de manifiesto que los problemas más acuciantes de las industria van mucho más allá del crunch. Las acusaciones vertidas contra Bobby Kotick, CEO de Activision Blizzard, sacan a relucir los trapos sucios de una de las compañías más influyentes del sector. Según destapaba The Wall Street Journal en un extenso reportaje, el directivo habría acosado sexualmente a mujeres dentro y fuera del ámbito laboral e incluso habría fomentado una atmósfera discriminatoria en la empresa afectando a multitud de trabajadores pertenecientes a minorías.

Esta llamada “cultura de chicos de fraternidad” no sólo fue consentida por Activision Blizzard, sino que además la compañía ha expresado públicamente su apoyo a Kotick que a día de hoy mantiene su cargo pese al rechazo de muchos de sus partners. Los responsables de la franquicia Call of Duty -cuya última entrega llegó a prescindir del logo de la distribuidora durante la promoción para que el juego no fuese asociado con la polémica- no son los únicos que recientemente han estado en el ojo del huracán. Ubisoft, Riot, Quantic Dream e incluso Bungie también han sido denunciados por sexismo, microagresiones, cultura machista y protección de los abusadores por parte de recursos humanos, una triste realidad que se oculta tras el desarrollo de los juegos que tantas horas de diversión nos han proporcionado. Todavía queda mucho por hacer.

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